El 8 de noviembre la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) inició lo que en principio se llamó un "plan de racionamiento" para "preservar el líquido elemento ante la época de sequía, debido a los efectos del cambio climático", la medida luego se convirtió en una crisis con cortes casi permanentes y protestas de los vecinos.
Largas filas hasta altas horas de la noche, amenazas de bloquear calles y protestas se apoderaron de la sede de Gobierno en estas dos semanas. Ahora son más de 130 los barrios afectados, no solo en La Paz sino ahora también en parte de la ciudad de El Alto.
EL DEBER recorrió las zonas Chasquipampa, Achumani, Irpavi, Bella Vista, Alto Obrajes y Kupini el pasado martes y constató que decenas de personas, baldes en mano, tienen que perseguir las cisternas para lograr obtener un poco de agua.
Quejas de amas de casa y menores trasladando bañadores y tachos en carretillas son los factores comunes de la problemática, sobre todo en las laderas, donde no llegan los motorizados dispuestos por Epsas y el Gobierno.
Esta mañana el presidente Evo Morales recibió la información del operativo militar que se realiza para dotar de agua a los vecinos, con 36 cisternas por el momento y quizá 80 hasta el viernes. Se encomendó a uniformados las tareas por "seguridad" y "disciplina".
Anoche una masiva marcha en la zona Sur y hoy en el centro de la urbe paceña, reflejan la disconformidad que continúa entre la población, debido a que la distribución de cisternas aún tropieza con problemas y la apertura de grifos para tener minutos de agua, tampoco se cumple.
Mapa de racionamiento de agua en la ciudad de La Paz:
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