El Gabinete del Agua, creado para paliar la emergencia nacional por sequía, explica que el atraso del suministro a los barrios afectados por la red de cañerías se debe a fallas técnicas. Pide a la población que mantenga la calma.
"Lo que se pide a la población es calma y que mantenga la tranquilidad. Hemos visto que en muchas zonas (los vecinos) que no recibían agua hace cinco o seis días fueron reclamando con un nivel organizativo que es muy respetable. Pero en otras zonas, por la desesperación, hubo peleas porque querían recibir agua en varios turriles, quitándoles la posibilidad de tener el líquido a otros”, afirmó el vocero del Gabinete del Agua y ministro de Educación, Roberto Aguilar.
Una de las primeras acciones que asumió este comité de ministros ante la emergencia fue un plan de distribución de agua a las zonas afectadas mediante cisternas. Aguilar dijo que se mejora la organización para que haya mayor fluidez en la provisión. "Después habrá más tranquilidad porque el suministro -primero por cisternas y luego por las redes de cañería- será más constante”, explicó.
Desde el 8 de noviembre, la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS) raciona el agua en 94 barrios de la zona Sur y la ladera Este debido a la baja de las represas por la falta de lluvia. Después de que los cortes se ampliaran a la ladera Oeste de La Paz y la ciudad de El Alto, el Gobierno declaró emergencia nacional y conformó el Comité o Gabinete del Agua.
Integrado por los ministros de Medio Ambiente y Agua, Desarrollo Rural, Planificación, Economía, Defensa, Educación y Salud, el Comité trabaja desde el lunes organizando la distribución de agua en cisternas con el apoyo de las FFAA. En estos vehículos la distribución se realiza en un turno diurno y otro nocturno, que busca ser una alternativa para la gente que trabaja durante los horarios de suministro.
Aguilar aseguró que en tres días -hasta el mediodía de ayer- se hicieron 172 viajes de provisión de agua que llegaron a 186 puntos con 41 vehículos: 37 cisternas, dos neptunos y dos camiones. También -añadió- se adquieren vejigas, bolsones de agua, que almacenan hasta 50.000 litros para que se habiliten como depósitos barriales.
Respecto al incumplimiento del cronograma de suministro de tres horas cada tres días, Aguilar informó que EPSAS argumenta problemas técnicos.
"No pueden calcular con exactitud el tiempo que tarda el agua desde que abren la llave hasta que llega a las zonas. Puede estar en una hora en la parte más baja, pero demorará en llegar a la parte más alta”, explicó. Agregó que las fugas obedecen a que la presión de aire que se genera cuando se abre una llave causa la rotura de la cañería en su punto más débil.
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