Bolivia vive una situación crítica en algunas de sus regiones, debido a
la escasez de agua potable, diferentes son los motivos, pero la mayoría
de la población, dirigentes y autoridades apuntan a la falta de
políticas de prevención y uso adecuado del recurso hídrico. En Oruro el
abastecimiento es normal, pero se debe incidir en políticas de
preservación del líquido elemento para que a futuro no se sufran las
mismas consecuencias.
PROCEDENCIA DEL AGUA
Oruro
actualmente cuenta con el Servicio Local de Acueductos y Alcantarillado
(SeLA), empresa encargada de la colección del líquido elemento,
entubación y distribución hacia toda la población.
El sistema de
cosecha o producción de agua en Oruro es distinto a los demás, según
explica el gerente técnico del SeLA, Rolando Herrera, pues en la mayoría
de las ciudades captan agua a través de represas o afluentes cercanos.
En
el caso de la ciudad del Pagador, la producción del recurso hídrico se
logra a través de 21 pozos de una profundidad promedio de 25 a 35
metros.
Están ubicados en distintas poblaciones como Challapampa,
Challapampita, Cala Caja, urbanización Ferrari, entre otros, la
colección de agua de todos estos alcanza a 365 litros por segundo,
representando el 93% de la producción, el 7% restante proviene del
afluente de Cala Cala, con esta dotación se llega a cubrir al 85% de la
demanda de la población.
Según un estudio del programa de la
Cuenca Poopó, dado a conocer en agosto del 2014, los acuíferos orureños
tienen una data de 4.200 a 3.200 años de antigüedad.
PROVISIÓN EN LA ACTUALIDAD
Herrera
indicó que en la actualidad, mediante un monitoreo constante del caudal
de agua en cada uno de los pozos, se determinó que no existe variación
alguna, pero esto no significa que Oruro esté exento de alguna crisis
acuífera en el futuro, debido a que la recarga de los pozos se efectúa
principalmente gracias a las precipitaciones pluviales que desde la
gestión pasada fueron menores en relación a años anteriores.
Esta
proyección da cuenta que si a futuro las lluvias siguen escasas en la
región, esto podría incidir en que los pozos no puedan recargarse, por
lo tanto se disminuiría el caudal subterráneo y por ende la producción
del líquido elemento.
"Estamos haciendo el monitoreo
correspondiente para ver que los niveles se mantengan dentro de los
parámetros adecuados y así evitar la falta de agua", afirmó Herrera.
La
autoridad señaló que por eso es importante la prevención y el uso
racional del agua, porque se debe tomar un criterio de conciencia hacia
el futuro, pues si bien actualmente gozamos del líquido elemento se debe
hacer un uso adecuado del líquido elemento y no malgastarlo
para no sufrir consecuencias funestas como en otras regiones.
¿AGUA HASTA EL 2045?
A
lo largo de los años diferentes organizaciones ambientales
instituciones públicas y privadas hicieron proyecciones de cuánto de
reserva acuífera le queda a Oruro para los próximos años, fechas desde
el 2035 hasta el 2045 se dieron a conocer, esta última fecha propiciada
por el programa de la Cuenca Poopó a través de un estudio efectuado el
2014.
Rolando Herrera, señaló que si bien estas aproximaciones
pueden ser acertadas o no, con las actuales tendencias del cambio
climático muchas son descartadas porque no se toman en cuenta estos
parámetros, tal es el caso de la falta de lluvias para la recarga de los
acuíferos.
Actualmente se tiene un convenio intergubernativo con
la Gobernación, el Municipio orureño y el Viceministerio de Recursos
Hídricos y Riego y SeLA para efectuar un estudio denominado "Plan de
Manejo de los Acuíferos de Challapampa, Cochiraya y Paria", el mismo
está proyectado para conocer los resultados en tres años.
"Los
estudios que hicieron las demás entidades es con un histórico de que la
precipitación era constante, pero cuando deja de llover el estudio queda
fuera ahora tenemos que volver hacer otro estudio pero con los datos
reales o sea previendo si podría llover o no", aseveró la autoridad.
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