Tuesday, January 17, 2017

¿POR QUÉ FALTA EL AGUA EN BOLIVIA? Experto explica causas y plantea soluciones



El experto nacional en medio ambiente y agua Edwin Alvarado, habla sobre las causas que ocasionan la falta de agua cuya carencia agobia a gran parte del país. Escudriña lo que se perfila a corto y mediano plazo sobre esta problemática y sostiene que el abastecimiento de agua para centros urbanos depende de muchas razones actuales que deben gestionarse de manera armónica para garantizar ciclos hidrológicos eficaces.

De acuerdo con su análisis al menos seis son las causas para el problema de abastecimiento de agua potable, entre ellas la gestión de fuentes superficiales de agua, el estado de las conexiones matrices de distribución, la deforestación que afecta los ciclos hidrológicos, el cambio climático, el desperdicio industrial y domiciliario del agua y la necesidad de adecuar y complementar la normativa para el uso del líquido potable.

La educación con metodologías precisas, la inversión concurrente entre los distintos niveles del Estado, pero con preferencia para el consumo de agua humano, son algunos de los puntos que se indagan en este artículo.

La gestión de fuentes de agua se refiere a que en departamentos que dependen de glaciares y precipitación deben optimizar la gestión de aguas superficiales, para lo cual es necesario ampliar y diversificar la capacidad de almacenamiento del líquido elemento a través de la construcción de nuevas represas, hacer el mantenimiento y limpieza de las existentes, además de un→ →complejo de trasvases y canalizaciones. Perforar pozos es una acción irresponsable para con las generaciones futuras, porque se constituyen en las reservas que deben utilizarse en la posteridad, por visión intergeneracional.

Otra causa son las conexiones matrices de los sistemas de distribución de agua potable que en Bolivia están bastante descuidadas en general. En La Paz se pierde el 45% del agua potabilizada antes de que llegue a los usuarios. Las fugas y filtraciones de las vetustas cañerías serían una de las razones.

En el resto de las ciudades el índice de pérdida es de alrededor del 30%, así como indicó en octubre de 2012 el entonces Viceministro de Agua Potable, Gustavo Morales. “Urge cambiar las viejas cañerías matrices, particularmente en La Paz y El Alto”, recomendó el experto.

Otro factor son las tasas de deforestación en Bolivia (para ampliación de frontera agrícola, especialmente soya, coca y caña de azúcar) que afectan, innegablemente, los ciclos hidrológicos. La recarga de acuíferos, que debe garantizar la infiltración de aguas superficiales para almacenarse en bolsones subterráneos depende, en general, de la conservación de áreas de equipamiento forestal, reservas forestales y áreas protegidas.

Por otra parte, la incidencia del cambio climático tiene varios factores, uno de ellos es la evidente modificación de la precipitación pluvial porque no llueve cuando llovía, ni en las cantidades e intensidades habituales generando problemas en el abastecimiento de agua potable.

Otro sería el retroceso glaciar o reducción de nevados que alimentan las represas como por ejemplo ocurre en el Sistema Tuni Condoriri de El Alto. En síntesis el incremento en la temperatura global acelera los procesos de evaporación de cuerpos y cursos de agua, situación que junto con la deficiente gestión de cuencas está generando la desaparición de lagos como el Uru Uru y el Poopó, entre otros.

Una causa preponderante es el desperdicio y la desmedida contaminación de agua por la minería, las industrias, en los domicilios y oficinas que se da por desconocimiento del impacto que causan las actividades cotidianas en el recurso hídrico o simplemente por un desprecio por los demás bajo la lógica de “si pago tengo derecho a gastar el agua como me dé la gana”. El experto dice que en este punto urge alinear a las entidades educativas y los medios de comunicación para que contribuyan a la comprensión de lo escasa que es el agua dulce disponible y libre de contaminación en el planeta.

Complementación de normativas

Según Alvarado, hay que cancelar las concesiones para uso gratuito del agua en actividades mineras e imponer tarifas comerciales. Impedir, desde los sectores educativo, policial y militar, todo uso recreativo o suntuoso del agua en carnavales y sobre todo prohibir y multar con una fuerte suma el uso de mangueras para el lavado de autos, aceras y patios, promoviendo la reutilización del agua. Con este fin se deben desarrollar capacidades institucionales para hacer cumplir esta normativa.

“No se puede atribuir el problema del agua sólo al cambio climático o al desperdicio por parte de la ciudadanía. Eso escondería responsabilidades en la gestión pública del agua potable que deben conocerse, no para lapidar a prestadores de servicios de agua potable o distintos niveles de Gobierno, sino para exigir el cumplimiento de la Constitución Política del Estado que establece que el agua es un derecho humano fundamental”, manifestó Alvarado. •

¿Qué se perfila a corto, mediano y largo plazo en el tema de agua?

•La Paz

Alvarado dice que al contrario de otros puntos de vista, prevé que este año y el siguiente las represas se volverán a llenar con el agua de lluvias; pero a fin de año ocurrirá un nuevo racionamiento de agua debido a la pérdida de líquido por fugas y filtraciones y porque la nueva represa de Alto Hamp’aturi recién estará en período de pruebas hidráulicas.

“En 2019, esta represa ayudará a subsanar el problema; lo que no quita la urgentísima necesidad de reemplazar la totalidad de las matrices de distribución domiciliaria”, opina.

•Sucre y Potosí

Pese a las importantes inversiones realizadas para riego, no se visualizarán cambios a corto plazo debido a que las inversiones deben ser específicas para captación, conducción, tratamiento y distribución de agua potable, sostiene.

•Potosí

Se debería apostar a incrementar la capacidad de los embalses superficiales, porque las lagunas que abastecen de agua potable a Potosí, Kari Kari y Chalviri, están con permanente insuficiencia.

Hay un complejo de 27 lagunas artificiales sobre las cuales se debe seguir invirtiendo para optimizar sistemas de trasvase y en la forestación de las cabeceras de cuenca, para evitar colmatación por partículas de arrastre superficial y para incrementar la recarga de acuíferos subterráneos. “En Kari Kari se debe controlar la pérdida de agua por infiltración”, aconsejó.

•Sucre

Se espera que la represa “La Esperanza”, en el poblado de Ockoruro-Socapampa, Sucre pueda constituir un aporte importante en el futuro. Urge concluir el proyecto a diseño final e iniciar la gestión de recursos y su rápida construcción. También se debe invertir en proteger los acueductos que conducen el agua para evitar frecuentes cortes en el servicio de agua potable.

•Tarija

La construcción de la represa de Rumi Cancha podría solucionar el problema de agua para consumo humano en la zona oeste del municipio de Tarija. Por ahora urge fortalecer la gestión de cuencas de los ríos Tolomosa, La Victoria y el lago San Jacinto. Además se debe proteger y reforestar las riveras de los ríos, las cuencas altas y zonas de recarga de acuíferos.

•Cochabamba

Se provee de agua potable de las represas de Escalerani y Wara Wara, a las que se trasvasan recursos hídricos de cuatro lagunas más pequeñas; pero su esperanza (ahora más real que nunca) es Misicuni, que tiene una capacidad máxima de 180 millones de metros cúbicos de embalse y que podría empezar a distribuir algo de agua a partir de abril de 2017.

Educar para encarar la carencia de agua

La educación de la ciudadanía es fundamental para encarar la situación con un propósito específico: lograr que la gente deje de desperdiciar y contaminar el agua, para lo cual se requieren metodologías eficaces de manera que se concientice sobre lo escasa que es el agua dulce disponible.

Para esto, urge que los profesores en ejercicio reciban una formación complementaria específica en este tema y hacer un ajuste de procesos, contenidos y recursos didácticos en los Institutos Normales Superiores.

No se puede dejar toda la carga en los hombros de la ciudadanía. Es importante que los diferentes niveles del Estado gestionen inversión específica para proyectos de dotación de agua potable.

Está bien incrementar las instalaciones domiciliarias para democratizar el acceso al agua; pero igual de importante es incrementar la capacidad de almacenamiento de agua para su potabilización y distribución a la ciudadanía.

Tampoco se puede descuidar la inversión en lo que no se ve, pero que puede generar riesgos de deslizamientos. Es necesario cambiar las matrices de distribución de agua potable, en atención al porcentaje de pérdida por fugas y filtraciones.

• ¿Cómo enseñar a la población a cuidar el agua?

Del total de agua del planeta, el 97,5% es salada y 2,5% es dulce. De esa porción de agua dulce, el 99,7% es agua dulce no disponible, y sólo el 0,3% está disponible. Y de la porción de agua dulce disponible del planeta, el 60% está contaminada.

Los eslóganes cliché como “Cuida el agua”, “El agua es vida”, “El agua es la sangre de la Pachamama”, “Gota a gota el agua se agota” o “Pon tu gotita de conciencia” muestran que, por sí solos, son ineficaces para evitar el desperdicio y la contaminación del recurso hídrico, sostiene Alvarado. Estas frases cobrarán sentido cuando las personas sepan cuán escasa es el agua.

Más de la mitad de los maestros en ejercicio del sistema educativo, no tiene idea de cuán escasa es el agua dulce disponible libre de contaminación del planeta. De hecho muchos creen que el agua dulce del planeta está entre el 25 y 30 por ciento, cuando en realidad apenas alcanza al 2,5 por ciento. “Esta es la idea errónea que se propaga entre los estudiantes y, si hay tanta agua, la desperdicio o contamino ‘nomás’”, alerta.

Explicar el valor de este escaso recurso mediante recursos didácticos concretos como los que creó el Desarrollo Sostenible Molle (entre ellos La Jeringuita o el Grifo Llorón) para comunicar adecuadamente esta idea. La misma se socializa a muy pequeña escala en el país, gracias al impulso de entidades como la Asociación Alemana de Educación para Adultos y la Fundación Sartawi en educación regular, a través de procesos de apoyo a la formación complementaria docente, finaliza Alvarado.

Edwin Alvarado Terrazas

Analista y educador socioambiental del Centro para el Desarrollo Sostenible Molle, CDS Molle. Tiene publicados 12 libros y una decena de cartillas educativas sobre temas ambientales.

Trabaja a través de procesos de formación complementaria docente para contribuir a la implementación de la Educación para la Armonía y Equilibrio con la Madre Tierra en el contexto del nuevo currículo marco y de la nueva ley educativa.

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