Los siete municipios del eje metropolitano de Cochabamba se abastecen fundamentalmente de agua de pozo. En Colcapirhua, Quillacollo, Vinto, Sipe Sipe y Tiquipaya, los pobladores solo se proveen del líquido de las perforaciones. En Cochabamba y Sacaba la situación es la misma, pero también disponen de represas superficiales, represas y lagunas.
El diagnóstico lo hicieron conocer las autoridades municipales quienes participaron en la Cumbre Metropolitana del Agua que se desarrolló ayer en la Casa Campestre, donde también asistieron investigadores, regantes, administradores de cooperativas de agua, entre otros.
El evento, organizado por la Gobernación, a través de la Secretaría de la Madre Tierra, se constituye en la antesala de la Cumbre Departamental del Agua que se desarrollará el próximo mes de agosto.
En Cochabamba, el 54 por ciento de la población (280.202 hogares) tiene acceso al agua por cañería. La información es parte del diagnóstico socializado en el evento, donde también se identificaron el mal sistema de distribución y deficiencias en los mecanismos de riego.
Según el representante de los Ingenieros Eméritos, Gonzalo Maldonado, en el eje metropolitano hay al menos 300 pozos, unos administrados por las Empresas Públicas Sociales de Agua y Saneamiento (EPSAS), como el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) y por cooperativas y comités que son regulados por la Autoridad del Agua Potable y Saneamiento (APS).
ESCASEZ En el municipio de Sacaba la principal provisión de agua potable para los pobladores viene de 50 pozos, cuyo caudal se redujo en los últimos meses en 30 por ciento .
El técnico de la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Emapas), Edwin Gutiérrez, dijo que cuatro de ellos se secaron. Además, se aprovisionan del caudal de Tabla Laguna y de una vertiente en Larati. Aclaró que “ni así” logran abastecer a sus cerca de 5.000 usuarios. La demanda actual del segundo municipio más poblado del departamento de Cochabamba es de 400 litros por segundo y Emapas solo entrega 300.
La empresa estudia, como alternativa de solución a mediano plazo, el uso de parte del caudal de la laguna de Palca y, dentro de cuatro años, el de la represa de Misicuni.
En Sacaba funcionan cooperativas y comités que administran la provisión del líquido, al margen de Emapas. Además de las perforaciones se proveen de la laguna de Wara Wara y Toro Laguna.
REPRESAS En el municipio de Cochabamba la provisión para los 75 mil usuarios de Semapa viene de 31 pozos que se encuentran en Vinto y en El Paso, de las represas de Escalerani y Wara Wara y de Misicuni.
El gerente de Semapa, Gamal Serhan, informó que el caudal de las presas se ha reducido al 30 por ciento y la provisión que llega de Misicuni ha disminuido a la mitad. El nivel de las perforaciones también ha bajado considerablemente.
Semapa recibe diariamente de sus fuentes superficiales (las represas de Escalerani y Wara Wara), 310 litros por segundo; del túnel de trasvase del Proyecto Múltiple Misicuni solo 140 litros y de los 31 pozos (de El Paso y Vinto), 450 litros por segundo. En junio de 2015, de estas mismas fuentes se lograba obtener 1.800 litros por segundo. Este año empezó a rebajar hasta 700 debido a las pocas lluvias registradas en el departamento.
En la zona sur, donde funcionan al menos 50 cooperativas, la escasez también se siente.
PROYECTOS Para resolver la falta de agua en el municipio de Quillacollo se ha previsto la perforación de dos pozos. Actualmente, la Empresa Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Quillacollo (Emapaq) tiene bajo su administración 23 perforaciones profundas para llegar con el servicio a los 12.000 usuarios. El gerente de Emapaq, Yerko Zeballos, informó que éstos están funcionando al 55 por ciento de su capacidad total.
AUTONOMÍA En el municipio de Colcapirhua todos los sistemas de pozos se autoregulan. La Unidad de Saneamiento Básico de la Alcaldía solo administra el servicio de alcantarillado. El titular del área, Daniel Ramallo, dijo que en el municipio hay por lo menos 64 pozos.
Con la sequía y la falta de lluvias disminuyó el caudal. Otro factor mencionado por el profesional es la impermeabilización de las zonas acuíferas.
Esta situación se repite en Tiquipaya y Sipe Sipe. En cada uno hay, al menos, 50 pozos para el aprovisionamiento de agua de consumo.
Datos
Cochabamba
El Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa) se abastece de las represas de Escalerani y de Wara Wara, en Sacaba. La primera tiene una capacidad máxima de almacenamiento de 6.500.000 metros cúbicos y la segunda, de 3.500.000.
Carencia
En el municipio de Cochabamba hay cerca de 20 mil familias que se abastecen de tanques y pozos administrados por cooperativas. Las mismas son controladas por la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS).
Misicuni
Las autoridades municipales del eje metropolitano informaron que el agua de Misicuni es una alternativa a mediano plazo para resolver la escasez de agua.
No definen quién administrará Misicuni
Misicuni es hasta el presente el proyecto estratégico para la provisión de agua a la región metropolitana, pero no se discutió en la Cumbre quién o qué tipo de entidad administrará las aguas que proveerá a partir de 2017, si todo marcha según las previsiones oficiales.
Este medio consultó al viceministro de Riego y Recursos Hídricos, Carlos Ortuño, al respecto. La autoridad respondió que deberá formarse una nueva empresa pública metropolitana, a fin de garantizar que el agua llegue a la mayor parte de la población cochabambina, bajo el principio de la equidad.
Consultado sobre el tema, el actual presidente de Misicuni, Jorge Alvarado, a tiempo de garantizar la conclusión de obras en 2017, dijo que debiera ser la empresa que preside, luego de un proceso de reestructuración que la potencie como articuladora de la provisión del agua, para consumo humano, riego y electricidad. “Estaremos en condiciones de asumir el reto”, añadió.
En criterio del gerente general del Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), Gamal Serhan, el tema no debe politizarse y propuso que cada municipio administre sus propios recursos hídricos, aunque reconoció la necesidad de conformar una instancia supramunicipal de carácter técnico-operativo y alejado del componente político.
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