Los chilenos concretaron la perforación de pozos profundos cerca de la frontera con Bolivia entre los hitos 50 y 60. Así lo establece un informe del vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, quien hizo referencia a un informe del Servicio Geológico Técnico de Minas (Sergeotecmin) para efectuar esta aseveración.
El reporte de Alurralde hace hincapié en que no se trata de obras artesanales sino de emplazamientos enormes que podrían incidir negativamente en los recursos acuíferos que tiene el país.
Los trabajos de perforación de pozos se encontrarían a escasos 300 metros de la frontera, lo cual constituye un atentado que vulnera las normas internacionales, y así lo señalan personeros del gobierno boliviano.
El reporte sobre la perforación de pozos también fue hecho público por el presidente Evo Morales, durante la última visita a la zona del Silala, de donde fluyen las aguas potosinas hacia territorio chileno a través de canales artificiales construidos hace más de 100 años para llevar ese recurso a la IV Región del vecino país.
Los hitos 50 y 60 se encuentran en territorio potosino, el segundo es un punto estratégico que se busca convertir el paso de frontera desde la zona de Uyuni, por lo que la perforación de los pozos estaría afectando a los recursos acuíferos del Departamento de Potosí.
El experto en aguas subterráneas, Rafael Cortes, ya había advertido, en el Silala, que los chilenos requieren el agua que existe en Potosí por lo cual canalizaron los bofedales cuyas aguas vienen de manantiales y fluyen por canales artificiales.
Un informe técnico afirma que Bolivia y Chile son parte de la Cuenca Endorreica, región rica en recursos mineros como el cobre, ulexita, oro, sulfato de cobre, azufre y otros que son explotados por mineras chilenas.
Una cuenca endorreica es aquella cuyas aguas que provienen de la lluvia, las nevadas o el subsuelo no llegan al mar, sino que desembocan en sistemas de agua estancada como lagos o lagunas.
La región de la frontera entre ambos países es uno de los sectores más secos del planeta, ahí se encuentra el desierto de Atacama, por lo que el agua es el recurso más valioso.
Recientes reportes de prensa dan cuenta que el agua del Silala es comercializada por una empresa colombiana que el año 2015 ganó 74 millones de dólares sin pagar un solo centavo a Bolivia.
El agua potosina del Silala es vendida a varias empresas mineras chilenas las que pueden operar gracias a un recurso que va al vecino país de forma ilegal por lo que Bolivia anunció una demanda internacional.
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