La presa permitirá restablecer el suministro de agua a través del acueducto hacia las familias agroganaderas de la llanura chaqueña, para reducir el índice de mortandad del ganado. Lo que significa que habrá continuidad en la provisión, al menos en un periodo de tres meses, todo sobre la base de un manejo eficiente y sostenible.
La presa Busuy, con una capacidad de 309.000 metros cúbicos, provee de agua a través del Acueducto al Chaco Seco a aproximadamente 300 familias de la llanura, dedicadas a la agricultura y la pecuaria. Zona que tiene más de 60.000 cabezas de ganado. Rengifo recalcó que el sistema tiene un ducto de 200 kilómetros, el mismo que precisa de constante mantenimiento para su correcto funcionamiento.
“Hace una semana lanzamos el plan de contingencia en atención al fenómeno de la sequía. Esto significa que priorizamos su uso para la seguridad alimentaria factor”, explicó.
La autoridad señaló también que más de cuatro millones de bolivianos serán invertidos en atención de la actividad pecuaria a través de forraje, dotación de agua a través de cisternas y el desbarre de los atajados. Confirmando al mismo tiempo que la próxima semana suscribirá un convenio para la inversión de más de 20 millones de bolivianos en la construcción de una presa en Itavicua.
Beatríz Ruíz, presidenta de Asogachaco; Mayer Ruíz, representante del Comité de Administración y el ejecutivo de los campesinos, Tomás Ramos, destacaron la importancia de los trabajos desarrollados para habilitar un importante fuente de suministro de agua para una zona que requiere del líquido elemento.
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