Un tema constante para EL DIARIO, durante un siglo y una década, es el tratamiento noticioso, de opinión e investigación sobre la pérdida de nuestras costas en el Pacífico y en ese marco, escudriña el pensamiento de intelectuales, diplomáticos y especialistas que enriquecen la visión de la política marítima boliviana.
Historiadores de renombre, como Édgar Oblitas Fernández, autor de Historia Secreta de la Guerra del Pacífico, Geopolítica y Geofagia en América Latina; así como Breve Historia del Litoral Boliviano, de Raúl Botelho Gosalvez, entre otras publicaciones, influyen para que mantengamos vivo el objetivo irrenunciable del retorno al Pacífico.
El agua del Silala boliviano que aprovecha Chile es un punto vital en el formato moderno de la geopolítica interna y externa de nuestro país.
En el orden interno, porque es un símbolo de la lucha de Bolivia por el retorno al mar y en el orden externo, porque este manantial es usurpado todavía, pese a que la empresa ferrocarrilera que confiscó estas aguas, desapareció hace décadas.
El Silala no sólo es agua dulce. En su entorno geográfico, existen otros recursos naturales. Actualmente, en pleno proceso electoral, preocupa a la opinión pública, el destino del Manantial Silala, cuyas aguas dan vida a ciudades y pueblos chilenos fronterizos con Bolivia.
¿Cuál es la oferta política y concreta de los candidatos a la Presidencia y Asamblea Legislativa, sobre el Silala? Entretanto, ahí van algunos datos.
SILALA CAUTIVO
Cuando nos referimos al manantial Silala no sólo afirmamos que es parte de una riquísima cuenca hidrográfica de aguas fósiles, ubicada en la provincia Sud Lípez, departamento de Potosí; también especificamos que el Silala, por su connotación histórica, es el eslabón de una larga cadena de proyectos antinacionales y nacidos antes de la Guerra del Pacífico, renovados año tras año, década tras década hasta nuestros días, por la codicia externa y la complicidad de algunos connacionales.
El manantial Silala es parte de una cuenca hidrográfica de 70 kilómetros cuadrados; contiene más o menos 100 manantiales activos “de cada uno de los cuales brotan aproximadamente dos litros de agua por segundo”, según el historiador chileno Cástulo Martínez.
Está ubicado al sur de nuestro país, entre las hojas cartográficas a escala 1: 250.000, SF-19-11 y SF-19-07. El área se encuentra entre los mapas editados por el Instituto Geográfico Militar (IGM), en las hojas número 5828-2, 6028-3, 5927-1 y 6027-4, en cuyas cartas el Silala está clasificado como manantial y no como río de curso sucesivo. En la cartografía intervinieron especialistas de renombre internacional.
En el entorno del Silala se encuentran grandes yacimientos de azufre y, en el orden de prioridades, en los cerros que rodean al Silala se encuentra plomo, zinc, cobre, plata, hierro, manganeso, uranio, tierras raras, litio y los no metálicos en cantidades industriales. El suroeste potosino, a 30 kilómetros del Silala, también contiene gas y petróleo.
RETO POLÍTICO
El Silala, hoy como ayer, es un tema importante para Bolivia, porque une a la sociedad en la búsqueda de soluciones, siempre en el contexto pacífico y nítidamente diplomático.
La oferta de candidatos y de partidos políticos que compiten en el proceso electoral del 12 de octubre es de suma trascendencia para fortalecer la política marítima boliviana. Es un reto político de gran actualidad.
No participar con ideas y proyectos sobre el Silala en este crucial momento, significaría la existencia de políticos sólamente de coyuntura y sin visión de país
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