"Por segunda vez vemos la reincidencia de la cooperativa de agua, es muy lamentable, pero lo comprobamos en una inspección rutinaria para identificar las instalaciones clandestinas que votan aguas servidas", dijo.
De los 3,3 kilómetros que tiene el afluente que cruza la ciudad, el COE junto a otras instituciones han logrado recuperar más de dos kilómetros que se encuentran navegables.
Sin embargo, el problema es que los vecinos que tienen sus viviendas junto a la orilla del arroyo echan sus aguas negras a su cauce, porque no están conectados al alcantarillado sanitario.
Coatri reconoció que echa aguas negras en una de sus tres estaciones de bombeo, en el sector oeste, a través de lo que llamó un "aliviadero pluvial" construido por quienes ejecutaron el proyecto de alcantarillado para evitar rebalses en época lluviosa.
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