Una de las formas más fáciles de echar a perder el agua, es el uso de las lavadoras, en las que se emplea bastante cantidad de agua, que sólo habiéndose usado una vez es enviada por el caño, hacia el alcantarillado. Pero esto puede cambiar, ya que se puede reusar y reciclar este líquido tan necesario, sobre todo para la vida, al consumirla, y muchos la usan más para lavar.
Lo que se debe hacer es primero contar con recipientes grandes en los que se pueda recibir el agua, entonces en vez de conectar el desagüe de la lavadora al alcantarillado, se debe dejarlo suelto, para que cuando salga el agua se pueda recibir en los tachos, baldes, bañeras, etc.
Para lavar se coloca primero la ropa sencilla además la de color blanco, camisas, blusas, poleras, ropa ligera, que no necesita demasiado esfuerzo para lavar, desde el agua de jabón, como las de enjuague deben ser recibidas en recipientes.
La misma será usada nuevamente con la ropa de color, que tampoco esté muy sucia, volviendo a colocarla en la lavadora con la ayuda de un balde, en el orden que salió, primero la de jabón, y luego la de primer, segundo e incluso tercer enjuague si fuera necesario.
Y así sucesivamente, el agua se puede usar las veces que sea necesario, y una vez concluido el lavado de las prendas que estén más sucias, el agua será reservada para lavar el patio, las aceras, o para echar al inodoro, así no se desperdiciarán litros y litros de agua en el baño. Este consejo, si bien es algo más trabajoso, pero se asegura que la conciencia de quienes lo realicen estará más tranquila, sabiendo que están ayudando a ahorrar el agua, sin tener el remordimiento de saber que agua que puede ser reusada y reciclada varias veces, se está yendo por el caño.
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