El agua que se encuentra en el acuífero próximo a la ciudad de Oruro, tiene una antigüedad entre 4.200 a 3.200 años. Es agua de calidad para el consumo humano y las autoridades deben asumir acciones para proteger los alrededores de los pozos como el acuífero.
Estos datos son parte de un informe que presentó el director del Programa de la Cuenca Poopó, Eduardo Ortiz Hurtado a la Brigada Parlamentaria de Oruro.
El acuífero que abastece de agua a la ciudad está a 20 kilómetros al Norte, con una superficie de 2.500 kilómetros cuadrados, integrado por las subcuencas Condeauque, Ponco, Jahuira, Sepulturas y Paria. Los pozos tienen una profundidad de 150 a 78 metros, con un caudal de 43 litros por segundo. El nivel freático en la ciudad de Oruro y áreas circundantes es de 1.5 a diez metros de profundidad respecto al nivel del suelo.
La demanda actual de los pozos es de 10.714.000 metros cúbicos que corresponde a un caudal medio promedio mensual de 338 litros por segundo.
"Esa cantidad es explotada por SeLA (Servicio de Acueductos y Alcantarillados) para que provea agua a la ciudad. Se realizó el análisis de la estimación de la recarga, es decir, si bien sacamos 10 millones de metros cúbicos, la pregunta es, ¿cuánto se va recargando en el acuífero? De acuerdo al análisis que se ha hecho por el método del balance hídrico, se ha determinado que la recarga consigna una media de 284.6 hectómetros cúbicos al año (equivalente a 284 millones metros cúbicos), lo que llueve se infiltra y se acumula en el acuífero", explicó.
"Se ha hecho una proyección de la demanda. La demanda actual en el 2012 fue de 10.7 hectómetros cúbicos al año. La recomendación es que deba explotarse solo el diez por ciento de la capacidad de recarga. Se ha hecho un cuadro de relación de oferta y demanda, actualmente la recarga está en 284 hectómetros cúbicos, nuestra demanda se irá incrementando para fines de consumo humano y considerando el tema de riego, la capacidad de la demanda proyectada llegaría hasta el 2045 aproximadamente, superaría lo recomendable, que es el diez por ciento de volumen de recarga", aseguró.
Desestimó que el agua se termine el 2040 como anunciaron fuentes de SeLA. El 2045 la demanda será mayor al diez por ciento de la recarga del acuífero.
La contaminación de las aguas ácidas de la mina San José no tiene incidencia en el acuífero; los residuos mineros, lixiviados no afectan al acuífero. La edad del agua está entre 4.200 a 3.200 años de antigüedad. Su calidad es agua dulce con calcio, magnésicas, bicarbonadas, sodio, potasio, sulfatadas, clorudatas y sin presencia de metales pesados.
"La actividad minera no ha tenido incidencia en el acuífero. Nuestro acuífero tiene una gran capacidad de recarga. La toma de agua actualmente tiene cuatro por ciento de la recarga, la recomendación es del diez por ciento y cuando sucederá aquello, el 2045. El valor recomendable de explotación conservativo es el diez por ciento de la capacidad de recarga del acuífero", afirmó.
Las aguas del acuífero, dentro de las recomendaciones, deben usarse exclusivamente para consumo humano. Asimismo, se debe asumir acciones para proteger los acuíferos, tanto en la zona de recarga como en los alrededores de los pozos.
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