Bolivia, considerado entre los 20 países con mejor disponibilidad de agua en el mundo, es la que menos aprovecha y protege sus recursos hídricos en lo normativo, técnico y socioeconómico, según estudios realizados y expertos consultados por El Día.
Por lo general, los afluentes que nacen en las coordilleras de Bolivia, finalmente llegan a desembocar a cuencas y ríos "transfronterizos" (aquellos que cruzan la fronteras). Es decir, el "agua que deja correr" el país, es aprovechado más por las naciones vecinas que por los propios bolivianos.
Como ejemplo, la investigadora de la ONG Probioma, Sara Crespo, cita que el 2012, por el tema del Mutún donde se instalaba la transnacional Jindal para explotar los yacimientos de hierro en el extremo este de Santa Cruz, la laguna Cáceres (Puerto Suárez) se secó, por lo que la alerta puso en serio cuestionamiento dicho fenómeno, pero por falta de estudio y datos fue difícil encontrar una respuesta a esa situación.
"Con eso, quedó al descubierto que no existen en Bolivia estudios, ni cuantificación de cuál es nuestra capacidad de carga y recarga de agua de todas las cuencas. Para tener esa información, se necesita un instituto hidrológico de investigación. Solo hay instancias administrativas, tanto en la Gobernación y el Gobierno central, pero con serias limitaciones técnicas y científicas, dado que todas las vertientes de agua nacen en el país", precisó Crespo.
Según otros estudios. Un estudio de aguas transfronterizas, realizado por el experto y miembro de la Academia Boliviana de Ciencias, Fernando Urquidi, señala que Bolivia, se constituye en uno de los países de Latinoamérica con mayor oferta de agua dulce, con aproximadamente 50.000 metros cúbicos por habitante al año, lo que equivale a 50 millones de litros por persona.
Como prueba de que el desaprovechamiento de los recursos hídricos, se cita por ejemplo, que las aguas de río Lauca se emplean en el valle Azapa del norte de Chile, la gran Amazonia con los ríos Mamoré, Beni, Madre de Dios, entre otros, benefician al Brasil y en el sur, los afluentes que dan con el río Pilcomayo y Paraguay, cuyo caudal es aprovechado por dos países.
"Si no sabemos cuánto producimos o cuánto tenemos, mucho menos vamos a saber cuánto perdemos por nuestros recursos hídricos. Las aguas transfronterizas son eso, no son propiedad de ningún país, pero de nosotros depende la provisión de agua de los países vecinos. En el caso del Pilcomayo, es donde más problemas tenemos, ya que sus aguas están yendo contaminadas a Paraguay y Argentina", argumentó Crespo.
En cambio para el experto Guillermo Arroyo, el territorio de Bolivia es muy vasto y su prospección en términos de cantidad de agua, no ha sido hecha y es por ello que no se puede hablar de porcentajes, pero sí, definir necesidades o áreas de aprovechamiento para los diferentes usos que tiene el agua (hidroeléctrico, irrigación, industrial, entre otros)."Se necesitan instituciones de jerarquía técnica suficiente para planificar la gestión y uso de los recursos de agua. Estos centros enfocan los enormes retos que la administración del agua tiene para el crecimiento de la economía, la estabilidad política y la salud humana; en Bolivia todavía no lo comprendemos así", señaló.
Tres macrocuencas. Según Óscar Campanini, investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia(Cedib), el país necesariamente debe mirar con mayor atención, las tres cuencas grandes que posee: el Amazonas, la del río de La Plata y la Endorreica o Cerrada del Altiplano.
En el caso del Amazonas, es la cuenca más grande del mundo que comparten además de Bolivia, otros tres países como Perú, Colombia y Brasil, este último es el que mejor aprovecha.
"El uso principal se hace para la generación de energía eléctrica, el transporte fluvial y riego por el lado de Brasil. Pero la cuenca del Plata, que nace en Potosí, Chuquisaca y Tarija, sus afluentes tienen un problema grave de contaminación con consecuencias ambientales como efecto de la actividad minera, petrolera y la escasa supervisión, pese a que hay una comisión trinacional entre Bolivia, Paraguay y Argentina.
"El río Pilcomayo es el mayor afluente con grandes grados de contaminación, es uno de los que arrastran mayores cantidades de sedimento a nivel mundial, paradójicamente eso hace que la contaminación de los ingenios mineros en el agua no sea tan grande", detalló Campanini.
El experto al referirse a la cuenca cerrada, destacó que en el caso del Lago Titicaca, compartido con el Perú, la Autoridad Binacional desarrolla actividades de monitoreo y control sobre el grado de contaminación. "Aguas arriba del lago, hay problemas de contaminación, en el caso del Río Suches que nace en Apolobamba en el norte de La Paz. El 2011, tuvo un problema particular por el crecimiento de las cooperativas mineras de bolivianos y peruanos", informó.
Normativa. En términos de control y regulación, el país no cuenta con una normativa de acuerdo a los tiempos actuales. Solo dispone de una Ley de Dominio y Aprovechamiento de Aguas que se basa en un Decreto Supremo del 8 de septiembre de 1879. Luego fue elevado a rango de Ley, el 28 de noviembre de 1906 y ha sido derogada en varias partes por normas posteriores, Leyes y Reglamentaciones sectoriales. Según los expertos, esto tiene que ver más con el consumo del agua potable que con los recursos hídricos que posee el país.
Si bien, la Constitución Política del Estado cita que "el agua es un derecho fundamental para la vida y la soberanía del pueblo", lo cual para los expertos, son solo enunciados."El decir que se trata de un "derecho fundamental", no resuelve nada", finaliza Arroyo.
Normativas
Aspectos que deben superarse para sacar mayor beneficio del agua
Políticas. En un encuentro internacional sobre este tema realizado en junio en la ciudad de Santa Cruz, los entendidos en el tema han sugerido al Gobierno"la aprobación de una Ley Marco de Agua" que responda a las necesidades de la población y no respalde el modelo de desarrollo vigente.
Marco. Según los expertos, Crespo y Campanini, se debe mejorar en la reglamentación de la Ley Minera, el uso del agua por la actividad minera, cuya actividad al momento, representa una mayor amenaza para los recursos hídricos del país. "Para cualquier actividad de riego y agua potable, para instalar un sistema grande o pequeño, se necesita hacer un montón de gestiones al gobierno. Pero para la actividad minera, la Ley Minera, no prevé ninguno de esos procedimientos. El momento que ellos consiguen un contrato o concesión, tienen acceso irrestricto al agua. Lamentablemente este aspecto no se ha revisado con el actual gobierno", fundamentó Campanini.
Perspectivas. Otros expertos señalan que el gobierno debe abrir el abanico del aprovechamiento de las potencialidades de este recurso, a partir de la adecuada formación de recursos humanos y técnicos, con el fin de no caer simplemente en utilizar el agua para disponibilidad en riego o en las ciudades de forma gratuita, a la espera que las empresas o proyectos subvencionen el agua, desaprovechando así una fuente de ingreso económico para el país.
Características
Nuestra bondadosa mediterraneidad
País. Bolivia es un país mediterráneo con una superficie de 1,098,581 km2 y algo más de 10 millones de habitantes.
Tiene 6,18 km de fronteras internacionales con cinco países limítrofes (Chile, Perú, Brasil, Paraguay y Argentina).
Amazonia. la macrocuenca del río Amazonas ocupa 65,9% del territorio nacional y tiene una frontera de 2.464km. El 35,6% del total de los límites territoriales internacionales. Cerca de 85% de esta frontera, es un límite fronterizo arcifinio (natural), acuático, con ríos de cursos contiguos. Paradójicamente es la menos poblada y menos resguardada del país.
Recurso. Según el experto Fernando Urquidi, el agua tiene un valor estratégico para el futuro de Bolivia y, por ello, los recursos hídricos deben ser un instrumento de poder y de negociación en las relaciones con los países vecinos. Los acuerdos bilaterales, trilaterales y subregionales que Bolivia ha suscrito en las últimas décadas, deben servir de base y ejemplo para las futuras negociaciones.
Líquido. Según estudios referidos hace tres años, Urquidi, señala que la oferta nacional de agua, está estimada en más de 500.000 Mm3/año y la demanda estimada es de 2,000 Mm3/año. El riego para la agricultura con canales y acequias abiertas es el mayor consumidor del agua, alrededor de 94% de la demanda total. Y para uso humano, ocupa el segundo lugar, con 104,5 Mm3/año.
Punto de vista
Guillermo arroyo
Experto en recursos hídricos
"Hay que preocuparse de los recursos técnicos y humanos"
"Bolivia está situada en un continente que no tiene todavía muchas crisis, excepto aquellas que pudiera sobrevenir como "cambio de edades glaciales" y que hacen predecir a científicos del Instituto Tecnológico de la Florida, grandes deshieles en las cordilleras y que pudieran precipitar búsquedas de agua para la supervivencia inmediata de poblaciones agrícolas productoras de sus alimentos, migraciones masivas a las ciudades y consecuente empobrecimiento de estas.
Bolivia no podría dejar de preocuparse en el caso de sus mayores centros urbanos del altiplano, la industria minera o las agriculturas tan pobres, aún con la poca agua que tienen. Todas las fronteras de Bolivia tienen "Recursos Compartidos". Las represas en el norte con Brasil ocasionando consecuencias ambientales, el gran valor hídrico como recurso de supervivencia para las poblaciones ribereñas del Lago Titicaca con Perú, el Lauca con Chile, entre otros.
Bolivia debiera preocuparse mucho de la consolidacion de recursos técnicos y humanos de calidad contemporánea, si quiere preservar los recursos de agua como instrumento de desarrollo y crecimiento.
Actualmente en las universidades de Bolivia y menos en la organizacion del Estado, no existen cátedras u organismos que vinculen con calidad suficiente, los recursos de agua con la economía o aún el derecho, que son las tendecias modernas. Normar o legislar no resuelve los problemas. Debemos administrar el agua que poseemos buscando planificar y orientar su uso hacia proyectos que ocasionen desarrollo ecónomico".
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