Evo Morales salió con más medallas que un campeón olímpico de la sesión de honor conjunta del Concejo Municipal de Sucre y la Asamblea Departamental de Chuquisaca. El presidente recibió tres condecoraciones como símbolo de reconciliación entre una ciudad que no podía pisar y un mandatario que asegura que no es rencoroso, que lo que vivió en Sucre durante la Asamblea Constituyente no se compara con lo sufrido en Chapare.
Dijo que durante ese tiempo no podía visitar por lo menos tres departamentos, pero que ahora que puede, lleva obras para todos.
En el ocaso de ayer, en el Museo Militar del cuartel de San Francisco, en pleno centro de Sucre, Morales firmó un decreto por el cual Sucre por fin tendrá agua suficiente para 450.000 habitantes en 2019.
A Morales le parece un plazo demasiado largo, pero las obras que se necesitan para traer agua desde el río Ravelo demandan mucho trabajo. También firmó un decreto a través del cual bolivianiza la deuda de Elapas, la empresa de agua potable de Sucre. Con ello la deuda disminuirá de $us 372 millones a 53 millones. Y firmó un tercer decreto sobre el Palacete de La Florida.
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