Desde diciembre de 2015 hasta la fecha se registraron en represas y lagunas de cuatro departamentos niveles de agua por debajo de lo habitual, según investigaciones y reportes periodísticos.
En años pasados, por estos meses, las precipitaciones pluviales solían llenar los embalses; y en algunos casos, hasta los hacían rebalsar, afirman los expertos. Hoy en día, agregan, la situación es diferente.
El investigador Rolando Carvajal, de la consultora Redes, identificó que entre las represas que atraviesan esa situación están la de Tacagua, en Oruro, que abastece al sector agroproductivo de Challapata , y la de La Angostura en Cochabamba. Las lagunas de Chalviri y Llackachaca -además de otros 22 embalses- en Potosí, y la de Tajzara en el sector alto de Tarija, completan el mapa de los reservorios cuyo nivel de agua -según Carvajal- oscila entre el 30% y 40% de su capacidad.
El anterior viernes, medios tarijeños y el canal estatal dieron la noticia de la situación "crítica” de Tajzara; días antes se anunció que el Gobierno y la Alcaldía de Yunchará destinarán cinco millones de bolivianos para "salvar” a ésta y otras fuentes de agua de la zona.
El especialista en temática medioambiental Dirk Hoffmann -quien trabaja en el Instituto Boliviano de la Montaña- explica que este fenómeno se debe, en parte, al aumento de las temperaturas a causa del cambio climático, lo cual ocasiona que el recurso hídrico se evapore más rápido en lagunas y represas. También sostiene que la época de lluvias está retrasada en los últimos 10 años.
Según el boletín del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología "Pronóstico para diciembre/2015 enero y febrero/2016”, los niveles de precipitaciones pluviales en diciembre y enero estuvieron "por debajo de los valores normales” en la mayoría de los 339 municipios. De igual manera, las temperaturas máximas en los meses citados se mantuvieron "por encima de su nivel normal” en gran parte de las regiones de Bolivia.
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El ingeniero civil Evel Álvarez -quien estuvo vinculado al sector del procesamiento de aguas durante 20 años- es categórico en la explicación del fenómeno: Si hay sequía entonces ya no hay capacidad de almacenamiento porque no hay lluvia.
Un informe de Naciones Unidas previó este tipo de circunstancias ya en 2012. En un acápite llamado "Disponibilidad de agua dulce en Bolivia”, se subraya que las ciudades de Oruro y Potosí también enfrentan cierta vulnerabilidad, por estar ubicadas en el área de mayor amenaza de sequías, al igual que Tarija y en menor medida Sucre.
El 28 de enero, el vicepresidente del Estado, Álvaro García Linera, afirmó que ante la sequía y el cambio de fuentes de alimentación del líquido vital -fruto del cambio climático- el Gobierno hace planificación para que no falte agua potable.
Consultado sobre el tema, el director de la Autoridad de la Madre Tierra, Julio Gutiérrez, dijo que se debe incidir en una adecuada organización para afrontar esta problemática, con el fin de que los esfuerzos de las entidades públicas no sean dispersos.
Julio Gutiérrez Cahuaya, director de la Autoridad de la Madre Tierra
"Si no estamos organizados no vamos a conocer los problemas”
Gabriel Díez L. / La Paz
El director de la Autoridad Plurinacional de la Madre Tierra, Julio Gutiérrez Cahuaya, explica que las acciones inmediatas para paliar la situación de algunas represas del país que no colmaron aún su capacidad es la articulación interinstitucional para buscar opciones de solución.
El presidente Evo Morales, en su informe de 10 años indicó que este año sería difícil porque se avecina una "tremenda sequía”. ¿Cómo se vincula esto al tema del agua?
La Autoridad tiene la competencia de articular instituciones (ministerios, gobernaciones y municipios) para concurrir, concretar y visibilizar alternativas de manera conjunta. Al cambio climático no lo va a atacar una sola institución, sino todos. En Pando, por ejemplo, concurrimos Ministerio de Desarrollo Productivo, APMT, Gobernación, municipios, cooperadores que, de manera integral, deben desarrollar distintas acciones.
La solución no va a salir del escritorio. A base de una plataforma consultiva -sea municipal o de Gobernación- debemos sentarnos en una mesa de diálogo, de reflexión y decir cómo atacamos esto, qué procedimientos hacemos, cuáles son los primeros pasos para generar soluciones para estos efectos del clima.
A lo largo de diciembre y enero -según reportes periodísticos- se conoció que distintas represas del país están al 30%, 40% y 50% de su capacidad, ¿qué le dicen estos datos?
(Las represas) son tecnologías generadas por unas necesidades y obedecen de manera muy particular. Lo que debemos hacer es trabajar de manera integral. Hay distintas propuestas pero muy fraccionadas. Si no benefician, debemos plantear otras alternativas.
En el altiplano, por ejemplo, cuando no hay agua no hay forraje y se produce un desequilibrio social: cuando no hay condiciones en el campo se vienen a la ciudad. Entonces, hay que trabajar de manera concurrente interinstitucional para proponer otras alternativas.
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¿Qué otras alternativas se puede plantear?
Eso debe responder a una investigación, a un diagnóstico. Si es sustentable combinar las prácticas ancestrales (con la tecnología moderna), claro que sí se lo puede considerar. Y no sólo para los seres humanos, para la Madre Tierra también hay que generar condiciones.
Por ejemplo, se están secando nuestros bofedales. Nuestros sabios abuelos han sabido cómo recargar desde arriba, desde el cerro, los bolsones de agua. Pero como ahora los hemos descuidado, los ríos corren y llevan tierra fina. Vemos, por ejemplo, el lago Poopó porque hemos dejado correr el agua arrastrando esas tierras finas.
¿Cuáles pueden ser los factores para que estas represas no se llenen en toda su capacidad?
Tenemos que pensar que, por ejemplo, las calaminas deberían estar pintadas. Antes los rayos solares entraban al planeta y rebotaban porque no había los gases de efecto invernadero. Ahora, como hay humo, el reflejo entra y ya no vuelve a salir y por eso hay ese calentamiento. Por eso todas nuestras cordilleras se están derritiendo.
¿Qué recomienda en el tema de la sequía y las represas?
Debemos estar organizados. Si no estamos organizados no vamos a conocer los problemas y cada uno va a seguir haciendo lo que hacía siempre. El próximo 24 de febrero vamos a firmar un convenio con la universidad.
La situación del agua en Bolivia
Pozos El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Gonzalo Durán, informó el viernes que se perforarán pozos en 44 municipios del altiplano para evitar escasez de agua.
Inversión El vicepresidente Álvaro García Linera afirmó el jueves que el Gobierno invertirá 600 millones de dólares para garantizar fuentes de agua en el país.
Proyecto En La Paz está en marcha el proyecto denominado Multipropósito (que incluye riego y agua potable) para los municipios paceños de El Alto, Batallas y Pucarani. Según la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), se trata de un proyecto importante de cara a los fenómenos climatológicos registrados en los últimos años.
EPSAS: Represas están entre 50% y 70%
El jefe de la Unidad de Comunicación de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento de La Paz, José María Herbas, explicó a Página Siete que la situación de las represas que alimentan la red de agua potable de esta urbe y de la vecina ciudad de El Alto es normal. Ello en relación con los casos de algunas represas y lagunas del interior del país que -debido a la sequía fruto del cambio climático- no lograron alcanzar el nivel de agua habitual en "la época de lluvias”.
"En el caso de las fuentes que abastecen a (las represas de) El Alto y La Paz estamos entre un 50% y 70% de embalse. De acuerdo con los registros que se tiene de periodos anteriores, podríamos decir -como EPSAS- que estamos dentro de un parámetro normal”, afirma.
El martes 26 de enero, este medio visitó la represa de Incachaca, camino a la cumbre, y se apreció que existe una aparente merma en el nivel de agua. Sobre el registro fotográfico de esta situación, el investigador Rolando Carvajal manifiesta que la exclusa de la represa de Incachaca en La Paz se muestra cerrada, con un nivel de aguas deficitario, sin masa en la parte superior, de mayor embalse.
Por su parte, Herbas afirma que no hay afectación en esta ni en otras represas de La Paz pero sí en lo relacionado con los deshielos de los glaciares circundantes. En la actualidad, la principal fuente de agua son las lluvias.
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