El agua junto al aire son elementos sumamente importantes para la vida de cualquier ser que habite la Tierra, por lo que se constituye en un tema de relevancia debido a que no está distribuida en la misma proporción en todo el planeta, por lo que en algunos lugares es escasa y en otros es contaminada, lo que la hace inservible para el consumo.
Se supone que el 71% de la superficie terrestre está compuesto por agua, pero debido al calentamiento global del orbe puede que estos datos hayan cambiado porque en algunos sitios se apoderó la sequía y ya no existe este elemento vital, pero como los polos se están derritiendo a una velocidad antes no conocida el volumen de agua en mares y océanos ha aumentado.
En el nivel mundial se habla del cuidado y preservación de humedales, acuíferos, selvas y bosques vírgenes, pero las acciones de los mismos gobernantes señalan otra cosa.
Un ejemplo de esto podemos encontrarlo en Oruro, ya que el líquido elemental se cuida mucho en época de Carnaval, lanzando campañas a diestra y siniestra, desde el Gobierno Municipal y otras instancias, para que no se desperdicie a través del tradicional juego con agua, que ha disminuido considerablemente y sustituido por el juego con espuma, que dicho sea de paso es también un elemento contaminante por los químicos que contiene.
Sin embargo, al momento de buscar lugares para nuevos emplazamientos, como el puerto seco o un nuevo relleno sanitario, a nadie le interesa qué intereses se están atentando, por ejemplo, no se tomó en cuenta la afectación de los acuíferos de Cala Caja, que son una fuente de agua potable para la ciudadanía.
Las mismas autoridades ven lo que quieren ver y, aseguran que esos emplazamientos no dañarán los acuíferos pero lo hacen sin poseer base científica para realizar dichas afirmaciones.
Si bien las autoridades deben cuidar todo humedal que se tenga en cualquier parte del territorio a su cargo, los habitantes podemos contribuir a mejorar la situación cuidando el agua con sencillas acciones como evitar su desperdicio y consumo excesivo, además impedir a toda costa su contaminación.
En resumen, todos somos responsables de las acciones que asumamos, las que no deben ser contradictorias, sino más bien, debemos ser consecuentes con el cuidado de las vertientes, humedales, acuíferos y otras fuentes del líquido elemental para la vida si no queremos lamentar en el futuro la escasez del mismo.
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