Las familias que viven en las laderas de los macrodistritos de Cotahuma y Max Paredes consumen agua de vertientes contaminadas de coliformes y E. Coli. El 42% de las 52 cooperativas y comités que administran la distribución no hace ningún tipo de tratamiento al líquido.
El estudio Cooperativas y Comités de agua en las laderas de Cotahuma y Max Paredes, de la Red Hábitat, revela que en ambos macrodistritos existen 35 cooperativas y 17 comités que administran zonalmente aguas que, en su mayoría, están contaminadas.
"Una gran población en La Paz consume agua que no es sometida al proceso adecuado de potabilización y desintoxicación”, dijo el responsable del proyecto Vivienda y Asistencia Técnica de Red Hábitat, Juan Callisaya.
Hace dos semanas se realizó el análisis del agua de tres vertientes. "Las tres presentaron bacterias coliformes, debido al polvo, sedimentos y agua de lluvia. Dos tenían E. Coli, una bacteria derivada de heces fecales”, informó el experto de Hábitat.
Explicó que en el relevamiento de datos del estudio de Hábitat se constató que las cooperativas de aguas datan de la década del 50 y 60; las más antiguas están en la zona Max Paredes. Los sistemas que transportan el líquido son precarios y hace años que no tienen ningún mantenimiento, señala el informe.
"(Las cooperativas) funcionan con las mismas antiguas instalaciones tanto de captación, almacenamiento y distribución a las viviendas”, detalló el responsable del proyecto.
Según el estudio, el 42% de las 52 cooperativas y comités no hace ningún tipo de tratamiento al agua; el 25% únicamente le añade cloro y el 35% sólo limpia los tanques de almacenamiento.
4.616 conexiones de vertientes
De acuerdo con el informe de las cooperativas y comités, se mantienen 4.616 conexiones de agua desde las vertientes hasta las viviendas: 3.360 en Cotahuma y 1.256 en Max Paredes.
Cada asociación, en promedio, distribuye el líquido a 50 familias, cada una con un promedio de cinco miembros; lo que da un total de 23.080 personas que usan aguas subterráneas, dijo.
Aclaró que algunas de estas familias tienen conexión de EPSAS pero destinan el agua potable sólo para el consumo.
Un factor por el que las familias optan por el servicio de cooperativas es el bajo costo del agua, que fluctúa entre uno y cinco bolivianos en Cotahuma y entre uno y 10 bolivianos en Max Paredes.
Tomasa Gutiérrez, vecina de Alto Chualluma, contó que al mes paga dos bolivianos por el agua. Explicó que en su zona se identificaron tres ojos de agua del río Koa Koa y que hay familias que la usan para cocinar.
A Gutiérrez le extrañaba que sus tres hijos tuvieran siempre diarrea. "No sabía que era por el agua”, dijo. Actualmente, la Red Hábitat capacita en mantenimiento en tres sistemas de agua de vertientes.
Hábitat enseña a purificar el agua
La Red Hábitat trabaja en el proceso de sensibilización en riesgos y capacitación en las alternativas de purificación de las aguas de vertientes.
"A la ama de casa se le explica que si utiliza agua de las cooperativas debe poner en un litro dos gotas de cloro. Otra alternativa es el yodo para eliminar las bacterias”, explicó el responsable del proyecto Vivienda y Asistencia Técnica, Juan Callisaya.
Se trabaja en esta modalidad mientras se mejoran las instalaciones de los almacenes de agua de las cooperativas, dijo.
Paralelamente, Red Hábitat realiza talleres de prevención de riesgos, en situaciones de mazamorra y deslizamientos de tierra.
Los asentamientos de las últimas décadas en las laderas de los macrodistritos Cotahuma y Max Paredes generaron contaminación e inestabilidad.
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