Sunday, April 12, 2015

Para los “Guerreros del agua”, agenda de abril está inconclusa

A 15 años de la Guerra por el Agua que inspiró cambios sociales y políticos en el país, los dirigentes que participaron de la movilización expresaron que la agenda que emergió del conflicto con la premisa de garantizar el acceso a este recurso natural no avanzó. Por el contrario, existen mayores problemas y nuevos objetivos.

Para el dirigente fabril que participó de la movilización de abril de 2000, Óscar Olivera, la agenda “quedó en el “olvido” debido a que no se cumplieron las tareas trazadas. Entre ellas, garantizar el acceso al agua como un bien común y un derecho humano; materializar Misicuni y crear una institucionalidad que permita establecer sistemas alternativos en la gestión del servicio.

Aseguró que la “Guerra del Agua está inconclusa”. Por tal motivo, anunció el relanzamiento de las demandas en los siguientes meses.



Empresa

Sobre Semapa, el portavoz de la Coordinadora del Agua lamentó que después de 15 años la institución “no sea una empresa social, sino política y técnica” que ni siquiera tiene un gerente institucionalizado. A ello se suma la falta de control y fiscalización de la que es objeto. Recordó que “la gente peleó para que la sociedad, no sólo controle Semapa sino que decida sus políticas”. Sin embargo, la representación ciudadana fue anulada por la Alcaldía.

También cuestionó su “estatización” debido a que la población movilizada el 11 de abril del 2000 pidió su autogestión. Pero a pesar de presentar un estatuto para ello, “los que se opusieron en ese entonces fueron el gerente Jorge Alvarado y el sindicato”.

Entretanto, alertó sobre la posibilidad que Cochabamba se convierta en una desierto debido al aumento hasta el 2025 de la población y la pérdida de áreas agrícolas y de recarga hídrica por los loteamientos.

El asambleísta Marco Carrillo observó que la figura de los directores ciudadanos de Semapa, que debían ser elegidos por voto popular para fiscalizar la empresa, ya no existe. Al margen de la “amarga” experiencia de algunos representantes que se vieron implicados en hechos de corrupción dijo que es urgente hacer una “reingeniería” y una autoría a sus gestiones.

Uno de los dirigentes de la Guerra por el Agua y exgerente de Semapa, Jorge Alvarado, defendió su gestión al frente de la empresa. Señaló que “reestructuró” la misma. Además la dejó “saneada y sin deudas”, recuperó el crédito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para llevar agua al sur y ahorró 1,5 millones de dólares para materializar el proyecto. Sin embargo, “desgraciadamente” después “regresó el mal manejo y la corrupción”.

El gerente actual de Semapa, Raúl Flores, opinó lo contrario. Aseguró que hoy la descentralizada cuenta con un ahorro de más de 70 millones de bolivianos en caja y bancos lo que le permite acceder a créditos. Ponderó que la empresa no es deficitaria y goza de una buena salud financiera desde el 2009. Producto de ello, sus recursos incrementaron de 4 millones de bolivianos en 2000 a 72 millones en 2015. Las mejoras también se materializan en la adquisición de maquinaria por 33,5 millones de bolivianos. A pesar de ello, un tema pendiente radica en la mora por montos económicos no cobrados a los usuarios. En 2015 Semapa estima recuperar 5 de estos millones.



Misicuni

Otro de los representantes de la Coordinadora del Agua, Gonzalo Maldonado, dijo que el proyecto más postergado de la agenda del agua es Misicuni. Indicó que “siempre fue politizado y tuvo dificultades en su administración”.

Recordó que la Asociación de Ingenieros Eméritos realizó una propuesta al presidente Evo Morales para el “salvataje” del megaproyecto. Aseguró que el próximo reto es garantizar las redes de distribución y la forma de administración del agua. Por su parte, Olivera indicó que Misicuni “es un engaño” hasta ahora.

Al respecto, el actual presidente de la Empresa Misicuni Jorge Alvarado culpó a Olivera por no realizar el seguimiento y fiscalización de las obras del megaproyecto. Observó que el túnel debía construirse en no más de cuatro años; sin embargo inició en 1997 y concluyó en 2005. Además, en 2009 se firmó el contrato para el inicio de la presa de 120 metros de altura que tampoco fiscalizó el dirigente fabril.

“Dónde estuvo Olivera, por qué no hizo la fiscalización”, cuestionó. Siguió: “La agenda ha fracasado porque Olivera lejos de darle continuidad se dedicó a viajar por todo el mundo utilizando el nombre de la Coordinadora del Agua”.

Otra de las figuras visibles de la coordinadora y actual asesor de la Región Metropolitana Kanata, Omar Fernández, enfatizó: “Hay dificultades, tal vez se han cometido errores, hay que reconocer (…) pero una cosa es terminar con la represa Misicuni y otra es cómo se administrará el agua”. Señaló que todavía se desconoce cómo se administrará. Además, dijo que no se cuenta con redes para llevar agua potable y riego de Misicuni.

Afirmó que la agenda se cumple “lentamente”. También resaltó los adelantos normativos incluidos en la Constitución Política del Estado, ya que garantizan el acceso universal al agua.





MISICUNI

El megaproyecto no fue debidamente fiscalizado y su construcción, para dotar de agua a la región metropolitana, ha superado todos los plazos establecidos



APUNTES

MOVILIZACIÓN

La primera movilización que paralizó la ciudad se registró entre el 11 y 13 de enero de 2000. La misma fue convocada por la Coordinadora del Agua, la cual se fundó el 12 noviembre de 1999 ante la privatización del servicio de suministro de agua en Cochabamba por parte de la transnacional Bechtel y Aguas del Tunari. Las primeras movilizaciones contaron con la participación de los transportistas, regantes y trabajadores fabriles.



CONSULTA POPULAR

El 26 de marzo de 2000 la Coordinadora del Agua llevó a cabo una consulta popular que determinó la salida de Aguas del Tunari y la reformulación de la Ley de Aguas 2029. La misma privatizaba el servicio de agua. Cerca de 50.000 personas participaron de la consulta. La Coordinadora estableció seis preguntas a la población. Entre ellas, sobre si estaba de acuerdo con expulsar a Aguas del Tunari y materializar el Proyecto Múltiple Misicuni.



BATALLA FINAL

Entre el 4 y 11 de abril de 2000 y convocados por la Coordinadora del Agua, cientos de personas se volcaron a las calles para tomar en un inicio la plaza 14 de septiembre. En el conflicto participaron universitarios, campesinos, trabajadores de Manaco, fabriles, regantes, comités de agua y transportistas. Todos fueron reprimidos por la Policía . El saldo fue el siguiente: un muerto, Víctor Hugo Daza y 400 heridos.



ANUNCIAN CUMBRE PARA VALIDAR DEMANDAS Y ANALIZAR PROBLEMAS

Retoman agenda del agua y resaltan logros de abril

El responsable de la Secretaría de la Madre Tierra de la Gobernación de Cochabamba, Luis Salazar, anunció que el gobierno departamental pondrá a consideración de la población una agenda que incorpore los problemas sin solución en el área hídrica. También retomará las demandas pendientes de las jornadas de abril de 2000.

La misma contempla atender problemas como el déficit de agua, la contaminación, la degradación de las cuencas y la percepción de la población sobre la conflictividad del agua. “Plantea un cambio fundamental en la relación de la sociedad con el agua”, afirmó.

La Gobernación prepara la documentación y los instrumentos para ponerla a consideración de la población. Tras ello iniciará un proceso de socialización, análisis y complementación con diferentes sectores sociales. El plazo para su elaboración es de un mes y medio. Aseguró que la misma “no será una agenda de la Gobernación”; sino una construida colectivamente con la gente.



Cumbre

Varias organizaciones planifican realizar una Cumbre del Agua a mediados de mayo. En ella participarán los actores relacionados con la temática. “Vamos a ver que sea una metodología y un procedimiento que nos permita en el lapso de unos dos días tener aprobada esta agenda por Cochabamba”, señaló. La misma recogerá la agenda del agua de las jornadas de abril de 2000.

Uno de los primeros puntos a tratar será: la convivencia de las personas y su relación con el agua. “No es suficiente tener recursos y capacidades técnicas, necesitamos una visión diferente de la sociedad en relación a cómo convivir con el agua como parte de la naturaleza”, dijo el funcionario.

La Gobernación se acercará a todas las instancias académicas, sociales y profesionales para que “conozcan la propuesta, la complementen y ojalá en la cumbre la refrenden y la firmen como un desafío de Cochabamba”.

La Guerra por el Agua también es recordada por la muerte de Víctor Hugo Daza (17) y por las 400 personas que resultaron heridas. A 15 años del conflicto, los participantes de la jornada aseguraron que la “guerra valió la pena”.

Uno de los denominados “guerreros del agua”, Marcelo Rojas, más conocido como “El Banderas” durante las movilizaciones y actual jefe de Infraestructura de Semapa, recordó con mucho dolor los acontecimientos de abril.

Aseguró que sintieron la muerte de Daza presuntamente a causa de un francotirador y de Antonio Rodríguez, llamado “El Campanas”, quien fue encontrado muerto cerca de la Catedral. A pesar de ello y la agenda inconclusa enfatizó en que “valió la pena”.

Dijo que aún resta trabajar interinstitucionalmente “para que las muertes no sean en vano”. Señaló que la guerra recién empieza debido a que “hay que llegar con agua para todos”.

Otro de los guerreros, Boris Ríos, argumentó que con el hecho histórico los bolivianos se dieron cuenta que la política no sólo consiste en emitir el voto sino en organizarse en las calles. Además, supuso un cambio político y social para el país. A pesar que la agenda no está concluida, instó a recuperarla colectivamente.



Logros

Para el presidente de Misicuni, Jorge Alvarado, el principal logro de las movilizaciones de abril fue haber marcado “el inicio del fin del modelo económico neoliberal”. Entretanto, el asesor de la Región Metropolitana, Omar Fernández, resaltó que el pueblo logró frenar el despojo de los recursos naturales además de “expulsar” a Aguas del Tunari. Para el vocero de la Coordinadora del Agua, Óscar Olivera, el resultado económico de las movilizaciones radicó en que después “ningún bien común se privatizó en Bolivia”. En términos políticos “la gente demostró que es posible imponer a los de arriba una agenda cuando se afectan los intereses del pueblo”.







Pedidos

2000

La solución del déficit de agua era una prioridad hace 15 años en la región.

2015

Hoy en día además de la falta de agua existen otros problemas como la contaminación del agua.



"La agenda de abril de 2000 ha fracasado porque Olivera, lejos de darle continuidad, se dedicó a viajar utilizando la Coordinadora"

JORGE ALVARADO | PARTE DE LA COORDINADORA DEL AGUA EN 2000



"Lastimosamente la agenda quedó en el olvido, no se pudo recomponer. Pero la próxima semana relanzaremos nuevamente ésta"

ÓSCAR OLIVERA | VOCERO DE LA COORDINADORA DEL AGUA EN 2000



"15 años después, la Guerra por el Agua valió la pena (...) Lo único que falta es trabajar con la población para que no sea en vano."

MARCELO ROJAS | “EL BANDERAS”, UN GUERRERO DE ABRIL DE 2000



"Todavía no se logró cumplir la agenda del agua (...) Lo más postergado es el proyecto Misicuni. Es una agenda inconclusa."

GONZALO MALDONADO | MIEMBRO DE LA COORDINADORA DEL AGUA



"No es un fracaso. Se ha cumplido y avanzado, pero falta mucho (...) Falta mayor agresividad de la Gobernación y Gobierno"

OMAR FERNÁNDEZ | DIRIGENTE DE LA COORDINADORA DEL AGUA EN 2000

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