El gerente general de la empresa Tauro y representante de la Asociación Accidental, Marco Ayala, confirmó que la construcción de la represa de Hampaturi se encuentra paralizada, debido a que los encargados de la edificación no cuentan con las garantías ni condiciones de trabajo adecuadas a consecuencia de un convenio firmado entre comunarios de Hampaturi y la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas).
El pasado viernes, comunarios de Hampaturi realizaron el bloqueo en la zona, donde se construye la represa de agua, de acuerdo Ayala los trabajadores desconocían esta medida de presión y habrían sido agredidos por los pobladores, lo que dejó un saldo de cinco personas heridas y la rotura de vidrios en dos buses y volquetas.
Ese día el dirigente de los comunarios, Lucio Chuquimia, dio a conocer que su sector se habría defendido de una supuesta emboscada, cuando se encontraban desarrollando sus medidas de presión, en demanda del cumplimiento de un convenio firmado entre el interventor de Epsas, Hugo Gómez, y los pobladores de Hampaturi, el mismo que no sería de conocimiento de la empresa Tauro.
La empresa Tauro ganó la licitación realizada por la Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (Emagua), para ejecutar la construcción de la represa La Paz Hampaturi Alto, con una inversión que supera los 124 millones de bolivianos. En dicho contrato de licitación no incluye los acuerdos que fueron firmados entre la empresa Epsas y comunarios de la región, quienes en la actualidad demandan su cumplimiento, entre los que se encuentran la dotación de fuentes laborales en la construcción de la represa y la contratación de sus volquetas para el traslado de material, acuerdos que no son de conocimiento de la asociación accidental Tauro-Alto.
Para Ayala el origen del problema no solo tiene que ver con el convenio que comunarios de Hampaturi firmaron con el actual interventor de Epsas, sino que ahora los pobladores dispusieron incrementar el precio del alquiler de sus volquetas, pese a que la empresa Tauro tiene su equipo de trabajo, que se encuentra impedido de utilizar, por la presión de la dirigencia del lugar.
Hasta antes del bloqueo, el precio de las volquetas llegaba a Bs 25 m3 por kilómetro, el cual por determinación del representante de la comunidad se habría incrementado a Bs 60 por el mismo trabajo, sin dar a conocer ningún argumento legal, aspecto que no solo encarece el costo de la obra, sino que impide su aceptación, porque de acuerdo a Ayala el convenio firmado con los comunarios es de plena responsabilidad de Epsas y no de la asociación accidental Tauro-Alto.
En la actualidad, la obra se encuentra paralizada, mientras la entidad Emagua no de las garantías y condiciones de trabajo necesarias para la conclusión de la obra. Para Tauro la contratación de trabajadores y el alquiler de volquetas de la comunidad no estaban incluidos en el proyecto y menos en el contrato de licitación, lo que generó mayores problemas, que a la fecha requiere de una solución, con la intervención de una instancia superior.
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