La belleza de la naturaleza puede presentarse del modo más sencillo e inesperado y, al mismo tiempo, sofisticado, tal y como muestran estas fotografías que captan la maravilla de unas simples gotas de agua de lluvia en estado líquido y congelado.
Las increíbles instantáneas han sido capturadas por un fotógrafo ruso que más bien parece un pintor de la naturaleza a nivel microscópico. Con sus lentes macro, Andrew Osokin atrapa el delicado equilibrio del agua, que consigue mantenerse en forma de gotas o de pequeñísimos globos gracias la inestable tensión de su superficie.
Pareciera que en cualquier momento pudiera deshacerse el embrujo, romperse la magia si la gravedad hiciera ceder el agua en un instante, quizás ayudada por una ráfaga de viento o por un leve soplo de aire, incluso. Un precario equilibrio de lo acuoso y cristalino que, de forma grácil, sensible, Osokin eleva a la categoría de arte.
UN ARTE NATURAL
Las imágenes macro se tomaron en los alrededores de Moscú, dejando constancia de que la madre naturaleza es una extraordinaria artista, sin demérito del autor, por supuesto. Su trabajo fotográfico, de hecho, siempre gira en torno al mundo natural más oculto y logra captar "la belleza del entorno a una escala que normalmente no apreciamos", afirma.
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