El Día Mundial del Agua pasó sin pena ni gloria

El Día Mundial del Agua fue conmemorado el sábado 22 de marzo, pero pasó sin pena ni gloria, pues a más de algunas instituciones que se preocuparon en hacer ferias o algún acto conmemorativo no se habló más del asunto, porque al verla salir fácilmente del grifo, al verla en abundancia en las lluvias, no pensamos que quizás algún día podría convertirse en un bien escaso.

Los estudios que hizo la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y publicados por esa entidad mundial, señalan que la cantidad de agua en el mundo se mantiene constante, sin embargo llama la atención que en el último siglo el uso y consumo del líquido elemental creció a un ritmo dos veces superior al de la tasa de crecimiento de la población, además que es un elemento que no está bien distribuido por lo que existen lugares donde éste escasea.

Según datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) unas 768 millones de personas no tienen acceso al agua potable y en su mayoría se trata de gente que vive en la pobreza en zonas rurales apartadas o en barrios marginales. El mismo organismo internacional alerta que unos 1.400 niños menores de cinco años mueren en el mundo a diario, víctimas de enfermedades diarreicas relacionadas a la falta de acceso al agua potable, saneamiento adecuado e higiene. Asimismo, dicha entidad mundial señala que dos terceras partes de las millones de personas en el mundo no cuentan con fuentes de agua potable y éstas se concentran en diez países, la mayoría pertenecen al África, pero aún es una situación preocupante.

Sin ir lejos, en Oruro se prohibió el desperdicio del agua potable los días de Carnaval, ya que las mojazones eran una costumbre bien arraigada en esta sociedad, pero el gerente técnico del Servicio Local de Alcantarillado (SeLA), del año 2011, Freddy Salguedo, en aquella época alertó que si continuaba el derroche del líquido elemental el mismo se agotaría antes de llegar al año 2034.

Por otra parte, debemos pensar que muchas fuentes de agua se perdieron debido a la contaminación o al cambio climático que produjo el fenómeno del calentamiento global, secando humedales y derritiendo nieves "eternas".

Sea cual fuere la situación, lo que tenemos que hacer los ciudadanos del mundo es cuidar este preciso recurso natural para evitar su agotamiento o su contaminación, de manera que las generaciones futuras no tengan que lamentar las acciones de sus antepasados, que seremos las personas que habitamos el planeta en la actualidad.