La nueva toma Kaluyo, situada aguas arriba de la cuenca del Choqueyapu, es la mejor opción para reducir y controlar los índices de contaminación que afectan a la red de distribución de Achachicala. Por tanto, tendría que ser priorizada.
“La Empresas Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) tiene que hacer un tremendo tratamiento para eliminar toda la contaminación del agua, que no sólo es hierro y manganeso, sino también la que proviene del río Choqueyapu”, según apreciaciones de José Díaz, investigador emérito del Instituto de Ingeniaría Sanitaria (IISA).
El proyecto de construcción de esta nueva represa “Cambio de Obra de la Toma Kaluyo”, para nutrir la planta de Achachicala, fue formulado y presentado a la operadora Epsas entre 2011 y 2012, como un medio de sustituir las aguas contaminadas que actualmente trata esa planta.
AGUAS CONTAMINADAS
Tal como revela la investigación efectuada por la experta Celeste Fernández, los indicadores de contaminación del agua que suministra la planta de Achachicala tiene que ver con las aguas severamente contaminadas del río Choqueyapu y las ácidas de Milluni, por su contenido de hierro y manganeso.
En relación con la cantidad de cloro (lavandina), que se utiliza para la desinfección del agua, Díaz explicó que para mejorar este proceso bacteriológico Epsas aumenta continuamente la cantidad de la sustancia.
Durante la etapa más aguda de la crisis del agua, en noviembre pasado, que a la fecha afecta todavía a varias zonas de la ciudad, el fenómeno fue más intenso, toda vez que la planta Achachicala aportó con agua a la planta de tratamiento de Pampahasi.
Explicó que en la red de distribución, la proporción de cloro es un miligramo por cada litro de agua, pero por razones de seguridad, en algunos casos deberá aumentarse hasta cuatro milímetros de cloro por litro de agua, a fin de evitar el crecimiento de la contaminación bacteriológica.
PROPUESTA KALUYO
Por su parte, la concejal municipal Cecilia Chacón señaló que el proyecto de hacer la represa de Kaluyo, como respuesta a las necesidades de Achachicala, data de casi una década. Esta propuesta de contar con una nueva empresa de agua potable y saneamiento contempla la ejecución de la nueva toma.
Al problema de los pasivos ambientales se suma la deficiencia de las redes que, efectivamente, tienen tuberías que datan de hace más de 30 años, por lo que demandan su urgente sustitución.
“Esta situación genera contaminación sobre el agua, una vez que han salido de la planta de tratamiento y es una agravante en la contaminación del agua. Epsas tiene un avance muy lento, no tiene un plan de renovación de tuberías inmediato en la ciudad de La Paz, como tampoco prevé la ejecución de la represa Kaluyo”, apuntó Chacón.
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