Wednesday, March 29, 2017

Medidores de agua malogrados carecen de atención adecuada

El deficiente desempeño de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) en la atención técnica y mantenimiento de los micromedidores de agua (domiciliarios) tiene un impacto técnico y económico que pone en duda la contabilidad de la operadora por ingresos, además de afectar a la economía de los usuarios.

Registros de la Alcaldía de La Paz, sustentados en información elaborada por Epsas, se constata que hasta el año 2015 fueron renovados sólo 202 medidores de los más 329.202 mil existentes en La Paz, lo que evidencia un preocupante rezago que debe ser tratado con seriedad, declaró la presidente de la Comisión de Gestión Institucional, del Concejo Municipal, Cecilia Chacón.

“Una de las mayores deficiencias estructurales que enfrenta Epsas es el control de la micromedición”, apuntó la munícipe, tras aclarar que la vida útil de los medidores de agua tiene un rango entre 5 y 7 años, pero actualmente en La Paz operan medidores con más de 30 años de antigüedad, por lo que se efectúa el registro de consumo con medidores anteriores a 1983.

Debido a la deficiente medición del consumo de agua, la facturación y la contabilidad de Epsas estarían en entredicho –asintió Chacón– toda vez que la falta de políticas eficaces de control en la micromedición repercute en el aspecto técnico, por la pérdida de agua y el riesgo que suponen las filtraciones.

Al efecto técnico, que tiene un costo en sí mismo, debe tomarse en cuenta que los medidores mal calibrados, las más de las veces generan sobre facturación para el usuario.

“Los usuarios no hacemos un control diario, caemos en cuenta hasta que llega una factura muy elevada. Los problemas de calibración pueden ser muy sutiles e incrementar la tarifa de manera progresiva, lo que en mucho tiempo no es fácilmente perceptible para el usuario”, explicó.

INVERSIONES

De acuerdo con datos de la propuesta de la empresa municipal de agua (UMA), formulada por las alcaldías de La Paz y El Alto, se propone invertir por lo menos Bs 24 millones, en los primeros cinco años en la renovación de porcentaje de los micromedidores.

El cambio de medidores tendría directa incidencia en la reducción de agua no contabilizada, que bordea el 31%, según registros de Epsas, y podría recuperarse una parte, cobrando a partir de una adecuada medición y facturación correcta.

Para Chacón existe por lo menos 10 años de rezago en el tema técnico, por lo que es necesario tomar especial atención al mantenimiento de medidores, proceder “al cambio donde sea necesario y la instalación donde no exista”, apuntó.

Un de las propuestas del proyecto UMA, para una adecuada medición del consumo de agua, es el colocado de macromedidores en la redes principales, lo que permitirá identificar con mayor precisión los problemas específicos con los micromedidores.

“Este sistema nos permitiría identificar los problemas específicos con los medidores domiciliarios o por usuario. Un macromedidor al ingreso de una zona podría identificar las variaciones que puede existir en relación con la facturación de los micromedidores”, puntualizó.

En relación con la posibilidad de individualizar el registro del consumo de agua, instalando un medidor por cada unidad habitacional, especialmente en el caso de los edificios y condominios, es un tema aún en consideración.

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