La falta de agua en las redes provoca que en estas ciudades aumente su venta en camiones cisternas, muchas veces a precios prohibitivos.
Las autoridades municipales de esas ciudades esperan que lo antes posible empiece la época de lluvias para paliar en algo la situación.
Ayer empezó en La Paz, por primera vez en muchos años, el racionamiento de agua en 94 zonas de la ciudad, que día por medio no tendrán agua entre las 08:00 y las 20:00, según reporte de de ANF. En Cochabamba, desde marzo el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Cochabamba (Semapa) ejecuta un plan de emergencia que implica el racionamiento de agua debido a la escasez de lluvias.
Por ello, vecinos de diversos barrios de la ciudad se abastecen de agua mediante cisternas.
En Sucre los cortes de abastecimiento han ocasionado protestas de la población, con hospitales, escuelas y otros centros seriamente afectados.
La Alcaldía hizo un plan de emergencia que incluye el empleo de 16 cisternas para distribuir agua potable.
Este año ha sido muy negativo para los vecinos de Potosí, que han experimentado racionamientos de agua durante largos períodos, sobre todo por falta de lluvias. Varias zonas han sufrido cortes, lo que ha motivado a que aumente el servicio de entrega de agua en cisternas.
Finalmente en Tarija también se han registrado cortes de agua, en una veintena de barrios. La Alcaldía ha instalado tanques de gran tamaño en varias zonas, para proveer el servicio.
CONSECUENCIAS EN EL CAMPO
No sólo las ciudades se ven afectadas por la sequía y la falta de agua, el campo también sufre las consecuencias. La agricultura cruceña se ha visto afectada este año con una de las gestiones de mayor sequía en 24 años, lo que generó millonarias pérdidas, lo mismo que la ganadería beniana.
Las áreas rurales de otros departamentos, especialmente Chuquisaca, también se han visto afectadas por una prolongada sequía, todo ello ocasionado por el fenómeno de “El Niño”, que ha perjudicado a unas 174.000 familias de 172 municipios, informó el Viceministerio de Defensa Civil. La agricultura y la ganadería se han visto afectadas.
La falta de agua aflige en Potosí también a la minería, donde un 40 por ciento de los ingenios cercanos a la ciudad han cerrado operaciones.
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