El encarecimiento del agua potable y la subida de hasta 600% en el costo del turril para zonas cochabambina que padecen por la racionalización de agua potable, pone en riesgo la salud pública de la personas, que deben consumir agua no purificada para subsistir.
Expertos en ramas médicas advirtieron que la salud de la ciudadanía de Cochabamba corre riesgo por consumir agua no purificada, como resultado del racionamiento extremo y los costos altos por la venta del líquido potabilizado.
El agua no potabilizada puede tener parásitos y otros microrganismos que causan enfermedades infecciosas en el estómago como diarreas y amebas, que si no son tratadas a tiempo matan a las personas.
Se recomienda a la ciudadanía hervir el agua antes de consumirla y para purificar un litro aplicar dos gotas de cloro al 5%. Para un balde de 20 litros se debe colocar media cucharillita.
El líquido clorado debe reposar al menos 30 minutos. Si tiene un leve olor y sabor a cloro es que está lista para el consumo humano, según recomienda un medio escrito local.
CARENCIA EXTREMA
Al menos tres distritos consumen agua no tratada de los carros cisternas, ante el racionamiento implementado por el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa).
La venta particular de agua en turril demanda un gasto mensual adicional promedio de Bs150.
Asimismo, existe la denuncia de que hay barrios donde no recibieron el servicio durante 10 días y se vieron obligados a comprar el líquido “a granel”.
A pesar que existe un plan de emergencia que sería aplicado por el Servicio Municipal de Agua Potable y Alcantarillado (Semapa), la zona norte, centro y en especial la zona sur de Cochabamba, están ajustadas a un severo plan de racionamiento de agua potable que incluso hace que algunos hogares sólo tengan el líquido elemento, una vez por semana y por horas.
DISTRIBUIDORES
La situación tampoco es sencilla para los distribuidores de agua. Explican que la demanda en el Sur es de siempre y que, ahora, incrementó la exigencia en otras zonas, situación que complica su trabajo.
Los caudales son menores para la carga de los carros distribuidores y eso demanda más tiempo.
Manifiestan que la atención llega con normalidad a la zona Sur, hasta más allá del kilómetro 10 de la avenida Petrolera.
Recomiendan a los vecinos no permitir costos mayores a Bs 8 bolivianos por turril en las zonas más alejadas y de difícil acceso. El costo promedio es de Bs 7 bolivianos.
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