La Prefectura de Potosí otorgó una concesión para el uso de las aguas del Silala a la empresa The Antofagasta (Chile) & Bolivia Railway la gestión 1908.
El documento afirma que el agua potosina que nace en la región del Quetena será para el uso de las locomotoras a diésel que efectuaban el servicio entre el país y Chile.
En 1997, la Prefectura de Potosí anuló la concesión para el uso de las aguas del Silala a través de la Resolución Administrativa 71/97, la cual fue elevada a rango de Decreto Supremo por el Gobierno nacional.
Esos dos documentos se encuentran en la Gobernación de Potosí y serán parte de la demanda para detener el uso sin pago de las aguas de manantial que pasan al país vecino.
El gobernador Juan Carlos Cejas detalló que el problema nace entre el Estado boliviano que a través de la Prefectura otorga una concesión para el uso de aguas a una entidad privada.
Sin embargo, también existe una relación entre Estado y Estado debido a que los trabajos de drenaje y canalización de las aguas fueron llevadas adelante por ese país afectando normas internacionales que tienen que ver con el respeto al territorio y a los recursos que posee el país vecino.
Esos temas están siendo analizados por los expertos en recursos hídricos y penalistas internacionales para plantear la demanda al vecino país que hasta el momento se lleva el agua sin pagar un sólo centavo.
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