Si Tarija pierde el Proyecto Guadalquivir, que ejecuta la Entidad Ejecutora de Medio Ambiente y Agua (Emagua), la crisis por la falta de agua podría agudizarse el año 2014. Así lo advirtió el gerente de la Cooperativa de Agua y Alcantarillados de Tarija (Cosaalt), Benito Castillo, quien pidió a las autoridades de la Alcaldía y Gobernación cumplir con los compromisos que asumieron en abril de 2013, para dar viabilidad a los proyectos que se ejecutarán con recursos de la Cooperación Alemana.
La tierra del gas sin agua
La ciudad de Tarija es la capital del departamento con más ingresos económicos en Bolivia, esto gracias a la renta del gas. Se estima, según los cálculos de la Fundación Milenio, que los ingresos per cápita son entre 6.000 y 7.000 dólares. Sin embargo, pese a la bonanza económica, los ciudadanos deben lidiar con necesidades que cada año se agudizan, como la falta de agua.
Y es que en la capital chapaca ya se ha vuelto normal no tener agua potable. A tal punto que ninguna autoridad se ha puesto el reto de ejecutar proyectos, a largo plazo, que solucionen definitivamente la escasez del líquido elemento. A ello se suma el silencio de instituciones como la Federación de Juntas Vecinas (Fedjuve) y del Comité Cívico, que sólo se limitan a indicar que “la situación es preocupante”.
Mientras que desde la Cooperativa de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) recalcan que se hacen las inversiones acorde a los ingresos que genera el pago del servicio. El gerente de la institución, Benito Castillo, recordó que es tuición de la Gobernación y Alcaldía garantizar el agua potable para todos los ciudadanos de la capital, ya que Cosaalt es netamente una Entidad Prestadora del Servicio (EPSA).
Actualmente hay 30 barrios que reciben agua de 6.00 de la mañana a las 13.00 horas, otros 22 barrios que sólo tienen agua de 6.00 a 12.00 del medio día, mientras que la zona central tiene agua potable de 6.00 a 10.00 de la mañana. “El mayor problema es la zona central, porque la principal fuente es el Rincón de Victoria que, de 342 litros por segundo bajo a 90 o 100 litros por segundo”.
Castillo advirtió que esa situación puede agravarse en 2014, sobre todo si no se concreta el Proyecto Guadalquivir que es ejecutado por la Emagua, de manera conjunta con la Gobernación y las alcaldías de Cercado, Uriondo y San Lorenzo. El mismo se viene gestionando desde la gestión 2005. El proyecto se ejecuta con recursos de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la Cooperación de Alemania, las inversiones ascienden a 130 millones de bolivianos.
“Lamentablemente los proyectos macros están avanzando muy lento”, dijo Castillo a tiempo de agregar que hasta fin de año deberían concluir el Estudio Integral Técnico Económico Social y Ambiental (TESA) de nuevas captaciones de agua, planta de potabilización de agua, los tranques de almacenamiento y la planta de envase de San Jacinto.
Sin embargo, el gerente de Cosaalt advirtió que los proyectos deben avanzar de manera conjunta. Es decir que si uno se paraliza, los otros también quedarán varados.
¿Qué pasa con la perforación de pozos? Castillo admitió que los pozos no abastecen, ya que el flujo de agua es de 10 litros por segundo, pero el déficit actual es de 100 litros por segundo.
¿Vecinos conformistas o acostumbrados?
Pocas son las instituciones que se han pronunciado, protestado o hecho gestiones para solucionar la escasez de agua potable. Tanto la Fedjuve, como el Comité Cívico se han mantenido como observadores de la crisis. Pero en las instancias encargadas de atender los reclamos tampoco hay denuncias. En la Oficina de Defensa al Consumidor (Odeco) hay más reclamos por el cobro irregular de algunas facturas que por los cortes de agua. Mientras que en la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento Básico (AAPS) tampoco se registraron denuncias. Aunque son pocos los datos que se pudo recabar desde esas oficinas, ya que la responsable regional se encontraba en la ciudad de La Paz y desde la oficina central nos indicaron que los técnicos de la AAPS viajaron a la ciudad de Tarija para elevar un informe sobre la situación de agua.
(NOTA DE APOYO)
Para evitar escasez
Alcaldía y Gobernación deben garantizar el agua
NATALIA SEAS YELMA/EL NACIONAL
“Es responsabilidad de la Alcaldía y Gobernación garantizar la infraestructura como el agua potable para la población de Tarija”, dijo el gerente de Cosaalt , Benito Castillo, quien recalcó que la función de la cooperativa es operar, mantener y hacer sostenible las obras que se traspasan para la distribución de agua.
Sin embargo, tanto el alcalde Oscar Montes, como el presidente de la Fejuve, Alberto Valdez, indicaron que Cosaalt debería pasar a la administración municipal para garantizar el servicio y las inversiones en agua potable.
Castillo recalcó que no es necesario que Cosaalt pase a manos del Estado, ya que para ello existe una operadora, en este caso la cooperativa, que mantiene el servicio para garantizar el mismo. Pero ello no implica que las instancias nacionales no cumplan con su responsabilidad de garantizar el agua potable.
Una solución a largo plazo podría ser la presa de Huacata, pero hasta la fecha la Gobernación no dio a conocer cuándo entrará en funcionamiento. Si a ello se suman los proyectos que forman parte del Proyecto Guadalquivir, la ciudad de Tarija tendrá garantizada el agua potable para unos 30 años.
De perderse el financiamiento de Cooperación Alemana, Cosaalt podría financiar los proyectos, como la planta de potabilización y los tanques de almacenamiento, subiendo el costo de las tarifas, un aspecto que queda descartado pues afectaría principalmente a los usuarios.
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