Monday, November 25, 2013

La paralización de una obra impide darle agua a Tarija



La escasez de agua en Tarija pudo ser evitada si no se hubiera abandonado la construcción de un acueducto que comunique la recién edificada represa de Huacata con la ciudad y una planta de tratamiento.

La represa es una obra acabada desde hace un año, que en este momento tiene suficiente agua acumulada como para abastecer a la ciudad capital y a otras poblaciones aledañas. Está a 55 kilómetros de Tarija. Fue concluida hace un año y, desde entonces, acumula el líquido elemento sin ser aprovechado por las familias que padecen de escasez. El embalse está en una zona montañosa a la que llegó EL DEBER.

La Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado de Tarija (Cosaalt) tuvo problemas para abastecer del líquido a la ciudad de Tarija por la sequía en las zonas desde donde se abastece históricamente, pero sus ejecutivos reconocen que si se hubiera construido el acueducto, no habrían tenido que soportar los permanentes racionamientos ni sufrir en aquellos vecindarios donde debían esperar hasta siete días para abastecerse de agua.



La obra

El acueducto y la planta de tratamiento no fueron licitados en 2012, pero ahora la Gobernación se ha comprometido a reactivarlos para concretar su ejecución, después de sendas reuniones entre la cooperativa y la Alcaldía de Tarija para resolver el problema en los últimos días. “Desconocemos las razones por las que no se construyeron el acueducto ni la planta de tratamiento”, aseveró el jefe de operaciones de Cosaalt, Pedro Almazan.

Para el asambleísta Atilio Arroyo las autoridades de la Gobernación se descuidaron y no priorizaron hasta que se agravó la escasez, en un departamento que tiene los suficientes recursos económicos provenientes de la renta petrolera para ser invertidos en un servicio básico.

En la Unidad de Recursos Hídricos de la Gobernación se excusaron de dar detalles sobre las causas para el retraso de la licitación de ambas obras. El ex responsable técnico de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Agua Potable y Saneamiento (AAPS) Miguel Rivera sugirió que se deben aprovechar el almacenamiento o la cosecha de agua de la presa y que no es aconsejable la perforación de pozos profundos.

Pese a todo, la represa de Huacata, construida en la gestión del gobernador suspendido Mario Cossío, surge como una nueva fuente para abastecer a la población de la ciudad de Tarija, donde se estima crecerá en 35.000 usuarios en los próximos dos años.



Distribución de la riqueza

Frente a la carencia de agua potable, la presidenta de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (Apdhb), Yolanda Herrera, dijo que es una ironía que la riqueza del departamento no se distribuya equitativamente. Tarija, como productor de hidrocarburos, administra un presupuesto de más de Bs 4.000 millones, con proyección a incrementarse en los siguientes años

PARA SABER

LA REPRESA

La construcción comenzó en 2008 y concluyó en 2011. El proyecto está diseñado para riego, agua potable y generación de energía eléctrica.

LA CAPACIDAD



Se pretende captar 200 litros de agua por segundo para la ciudad y 60 litros por segundo para otras comunidades del departamento.

La escasez provoca ataques políticos

La escasez de agua en Tarija fue aprovechada por el exasambleísta Alan Echart para acusar a las autoridades de eludir la responsabilidad y no buscar soluciones para solucionar el problema.

“En las últimas dos semanas hemos escuchado a nuestras autoridades deslindar su responsabilidad respecto al problema del agua, que es un derecho humano, como lo establece la Constitución y los tratados internacionales”, afirmó Echart.

El viernes, el alcalde de Tarija, Óscar Montes, afirmó que la responsabilidad del suministro de agua es de la Cooperativa del Servicio de Agua y de Alcantarillado de Tarija, que tiene una concesión por 40 años, pero que está dispuesto a asumir el acueducto e invertir, si la Cosaalt renuncia como concesionaria.

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