Las obras del Proyecto Misicuni están paralizadas a causa de una huelga de los trabajadores. Los obreros piden la regularización de sus aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
La exigencia por los beneficios sociales surgió ante el temor de que varios grupos de trabajo serán despedidos por el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni, que realiza la construcción de la represa.
Los trabajadores reclaman el pago de sus beneficios, pendientes desde hace 22 meses. La Empresa Misicuni informó que el Consorcio incumplió con los pagos, debido a su baja facturación. Los asambleístas de oposición expresaron que este conflicto es una muestra de la iliquidez del contratista.
Los representantes de los trabajadores de Misicuni denunciaron que el Consorcio Hidroeléctrico incumple con el pago de los aportes desde hace 22 meses, sin que las instancias que supervisan el pago del beneficio hayan realizado un control de los depósitos o sancionado al contratista.
Esta es la segunda vez que los trabajos de construcción de la represa se detienen en menos de un mes debido a los conflictos.
La primera vez, los trabajos se suspendieron por más de 48 horas el 11 y 12 de septiembre, cuando pobladores de las ocho comunidades de Misicuni cerraron las válvulas en demanda de obras de compensación, durante un conflicto entre la Alcaldía de Tiquipaya y la empresa Consarq por un terreno de 47 hectáreas.
En declaraciones a la prensa, el presidente de Misicuni, Jorge Alvarado, manifestó que la deuda se arrastra desde 2012. “Y es que no se ha pagado al día, porque el Consorcio Hidroeléctrico Misicuni ha tenido algunos problemas y facturaciones muy bajas, por el poco avance”, añadió. Entre las soluciones que se plantean ahora están el retener las planillas de los últimos tres meses de pago del Consorcio, para regularizar los aportes.
Alvarado tiene previsto trasladarse hoy al campamento con una comisión de asambleístas departamentales, según informó la institución que realiza un seguimiento del proyecto a través de la comisión sexta de la Madre Tierra. El objetivo es iniciar el diálogo con los trabajadores para no paralizar los trabajos en la obra.
El asambleísta Marco Carrillo, del Movimiento Al Socialismo (MAS), pidió a través de los medios que los trabajadores reflexionen, “porque un día de perjuicio es atentar contra una obra de los cochabambinos”.
El asambleísta Mario Orellana, del Movimiento Sin Miedo (MSM), expresó que el reclamo de los más de 200 obreros que trabajan en la represa es una muestra más de la falta de liquidez del Consorcio Hidroeléctrico Misicuni. Dijo que esto demuestra que el proyecto no está siendo ejecutado por una empresa solvente. En tanto que el asambleísta de oposición Henry Paredes opinó que la paralización es un indicio más de las pugnas que existen al interior del MAS por las próximas candidaturas. El Consorcio Hidroeléctrico Misicuni aún no se ha manifestado sobre el reclamo de los trabajadores.
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